José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

1 Jul, 2016

Desigualdad

Dentro del debate público debemos discutir el tema de desigualdad, que va más allá de la pobreza. Urge revisar los temas de derechos, de oportunidades, en general del bienestar de la población.

El tema viene a colación por el lanzamiento de todo un esfuerzo editorial por parte del Fondo de Cultura Económica. Se trata de 578  libros de más de 40 sellos editoriales, todos con el mismo tema: desigualdad. Y conforman la Feria del Libro de Economía de Desigualdad en las librerías del Fondo, y de ahí  puede surgir un debate rico, intenso, sobre el gran faltante de la economía mexicana, que es el bienestar.

FCE: PIKETTY, ANTES Y DESPUÉS EN VENTAS

Fui uno de los invitados a la presentación del libro Desigualdad, escrito por el economista británico Anthony Atkinson. El evento funcionó para dar a conocer la Feria del Libro de Economía de la Desigualdad. El FCE nunca antes había hecho un esfuerzo de esta magnitud sobre la desigualdad. Pepe Carreño, director del Fondo, narra que este auge inició con el libro de Thomas Piketty, El capital en el siglo XXI, que hoy en día es el libro más vendido por el FCE (se imprimieron 100 mil libros para toda América Latina, y ya va en la segunda reimpresión). Antes de Piketty se vendían 20 mil libros al año sobre desigualdad. Desde 2014, ya con el libro de El capital en el siglo XXI, se vendieron 30 mil, y otros 30 mil libros para 2015. Este año los libros comprados sobre desigualdad ya rebasan los 17 mil, van a superar las cifras de años pasados.

El Fondo aprovechó la tendencia para lanzar y relanzar varios libros de autores conocidos como Angus Deaton, el mismo Atkinson y ni se diga de Piketty.

TEMA DEL MUNDO DESARROLLADO Y NO ESTÁ EN MÉXICO

Durante la presentación, el economista Rolando Cordera recordaba, y con razón, que el tema de desigualdad está más presente que nunca en economías del mundo desarrollado, y es hasta absurdo que la mexicana, siendo una economía tan desigual, no esté dentro de nuestro debate central para hacer políticas públicas.

Incluso Gerardo Esquivel (quien junto con Cordera y Fausto Hernández han hecho una interesante labor en el Comité Editorial de Economía del Fondo), exponía una relación sugerente: En el libro de Atkinson sobre desigualdad se narra cómo fueron viniendo diferencias entre la población británica y, a la luz del Brexit, se puede inferir que había varios de estos enojos y decepciones de la población en la economía inglesa, se dieron junto con la globalización de la Unión Europea.

DE LOS LIBROS AL DEBATE PÚBLICO

Las reformas económicas de Peña Nieto, desde la de Telecomunicaciones hasta la Energética, tienen un objetivo central, el aumento de la productividad. Tiene lógica, la productividad se ha perdido en los últimos 30 años. Pero sabemos que la productividad, por sí sola, no genera mayores oportunidades. El Fondo de Cultura Económica nos brinda una gran oportunidad de llevar el debate de desigualdad en casi 600 libros a las políticas públicas, siendo un tema prioritario que, increíblemente, en la sociedad mexicana ha quedado rezagado.

BANXICO ELEVA TASAS Y BAJA AL PESO

Funcionó. Pocos creían que el Banco de México elevaría sus tasas en 50 puntos base. Muchos decían que, si lo hacía, las subiría sólo en 25 puntos base. La acción del instituto central fue certera: bajó al peso de manera inmediata. El tipo de cambio en ventanilla, que ya jugaba a estar en los 19.50, bajó a los 18.59. Al mayoreo se alejó totalmente de los 19 pesos para quedar en 18.30.

La decisión de la Junta de Gobierno del Banco de México, encabezado por Agustín Carstens, y los subgobernadores Roberto del Cueto, Manuel Ramos Francia, Manuel Sánchez y Javier Guzmán Calafell, fue acertada: el tipo de cambio, a pesar de la variable de ajuste, el amortiguador, ya se acercaba a niveles que ponían en riesgo la inflación, que de por sí terminará el año un poco por encima de 3% anual. Ahora, si el Banxico vuelve a elevar las tasas, ya dependerá de cómo lo haga la Reserva Federal. Y una cuestión importante: subieron las tasas de corto plazo, por lo tanto, los créditos de largo plazo, como los hipotecarios, no van a subir de precio.

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