Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

4 Jul, 2016

A defender el peso como perro

Es probable que la decisión del Banco de México de elevar medio punto porcentual la tasa de interés interbancaria y llevar a 4.25% esté inspirada sólo en el deseo, más político que económico, de defender la paridad del peso y que nos traiga más perjuicios que beneficios.

La obligación constitucional del Instituto Central es la de mantener el poder adquisitivo de la moneda, lo cual se logra con una política monetaria antiinflacionaria; y eso el Banco de México lo ha hecho extraordinariamente bien en los últimos años.

Uno de los principales instrumentos del banco central para controlar la inflación es la tasa de interés: tasas de interés más elevadas frenan el consumo y la inversión y le quitan presiones de precios a la economía; tasas de interés más bajas alientan el consumo y la inversión, alientan el consumo y presionan los precios.

Por eso resulta cuando menos incongruente la posición de la Junta de Gobierno del Banco de México, que en su reunión del 30 de junio expresa enorme confianza en que la inflación se mantenga en los niveles del 3%... y luego, aumentan la tasa de interés.

“No se perciben presiones sobre los precios provenientes de la demanda agregada.

“Las expectativas de inflación provenientes de encuestas y las extraídas de cotizaciones del mercado tanto para horizontes de corto como de mediano y largo plazos, continúan ancladas.

“Es previsible que el promedio anual (de inflación) se ubique, prácticamente, en dicha cifra (tres por ciento).

Y luego, de repente, los miembros de la junta de Gobierno encuentran fantasmas:

“Si bien la información disponible todavía sugiere un escenario para la inflación para el corto y mediano plazos congruente con la meta permanente del 3% las condiciones externas se han deteriorado de manera importante, situación que puede afectar adversamente el comportamiento futuro de la inflación”.

En esa misma Junta de Gobierno de 30 de junio, las peores amenazas que se mencionan son contra el crecimiento de la economía:

Deterioro en las expectativas del crecimiento mundial, menos dinamismo de la economía mexicana a principios del segundo trimestre; mayor atonía de la producción industrial, en parte por el comportamiento adverso de las exportaciones; desaceleramiento del sector servicios, mayores riesgos para el crecimiento.

Es decir, el resumen es que los miembros de la Junta de Gobierno de Banxico ven una economía donde el crecimiento se debilita y en la que las expectativas de inflación a corto, mediano y largo plazos continúan ancladas. ¡Y suben medio punto la tasa de interés!

De acuerdo con sus propias expresiones, lo que debían haber hecho es bajar la tasa de interés para darle espacio al crecimiento económico.

La única explicación es que el Banco de México ha decidido defender la paridad del peso contra el dólar, aunque en el camino atropellen el crecimiento. Al fin y al cabo, su objetivo es que la inflación permanezca baja y no que el crecimiento sea elevado.

El 5 de febrero de 1982, José López Portillo marcó con letras de oro en la historia mexicana aquello de que iba a “defender al peso como perro”. 12 días después el peso se devaluó y en ese año pasó de 19 a 117 por dólar.

Ahora la Junta de Gobierno de Banxico ha decidido que su función principal es defender al peso como perro, pase lo que pase. Lástima.

Hasta el próximo lunes con nuevas… Perspectivas.

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