David Páramo

Análisis superior

David Páramo

6 Jul, 2016

¿Qué tan mal estamos?

Durante prácticamente toda la administración de Enrique Peña Nieto se ha dado una morbosa obsesión por ver al país en crisis económica que, afortunadamente, no se ha dado y de seguir así las cosas tampoco se presentará.

Al principio de la administración hubo quienes llegaron a realizar unas exóticas interpretaciones de los indicadores coincidente y adelantado que da a conocer el Inegi para hablar en términos de recesión. Este órgano autónomo tuvo que salir a dar explicaciones a los “enterados” de qué significan estos indicadores y cómo debían leerse. En ningún momento hablaron de recesión.

Después vino la caída del precio del petróleo acompañada de aullidos que hablaban de crisis de las finanzas públicas, especialmente de aquellos quienes se quedaron anclados en la década de los ochenta cuando, por desgracia, México era un país petrolero.

Ahora ese producto representa algo así como 7% del PIB y una tercera parte de los ingresos públicos. Su caída fue compensada sobradamente por la mayor recaudación derivada de la Reforma Hacendaria que, los panistas han dejado de llamar tóxica o criticarla ante los excelentes resultados que ha dado en la economía, pues contrariamente a lo que creían no tuvo un impacto negativo en el consumo interno, el cual sigue creciendo. Ayer Walmart informó que el mes pasado creció poco menos de 7% a tiendas iguales.

El mayor consumo interno permitió mantener el dinamismo de la economía, que creció a una tasa de 2.8% al cierre del primer trimestre.

DEVALUACIÓN

El año pasado ante la depreciación del peso frente al dólar por factores exógenos y de especulación hubo quienes hablaban de una escalada inflacionaria. Absurdos líderes de iniciativa privada llegaron a pedir rescate del gobierno porque, según ellos, ahí venía la escalada de precios. Durante los últimos 14 meses el Indice Nacional de Precios al Consumidor se ha mantenido por debajo de 3% y muy cerca del mínimo histórico (desde 1970 que comenzó a medirse la inflación) de 2.1% registrado en diciembre del año pasado.

Hay quienes, que con tanto desconocimiento como mala fe, creen que el éxito del actual gobierno tiene que ver con el nivel de tipo de cambio, que sólo afecta la población cuando genera inflación.

Por ejemplo, el irresponsable populista de Andrés
Manuel López Obrador
habla en términos de fracaso de la política monetaria la devaluación del peso. Aquí la pregunta es ¿si este individuo hubiera usado las reservas internacionales o hipotecado las finanzas públicas por mantener una paridad? Eso generaría una crisis similar a las que se registraron durante las décadas de los ochenta y noventa, donde el líder de la secta Morena formó su ADN.

También el del incongruente de Manuel Bartlett que ayer regaló una joya al criticar las privatizaciones de
Carlos Salinas de Gortari cuando él trabajó en ese gobierno y aplaudía como foca amaestrada. Bueno, ahora sólo falta que critique el fraude electoral.

RIDÍCULO

Quienes han querido ver una crisis han tenido pretextos durante los últimos días. Le dieron un poder al Brexit superior al que tendría incluso en el Reino Unido o algunos datos económicos que hablan de un menor crecimiento de la economía.

Así las cosas, bien vale la pena preguntarnos ¿qué tan mal estamos en materia económica?

El indicador verdaderamente importante es que la  inflación se mantiene por más de un año por debajo de 3%. Aquí es importante destacar que este dato tiene que ver con el bolsillo de la mayoría de los mexicanos, en particular con los más pobres. La inflación debe verse como un impuesto injusto que daña a los que menos tienen y concentra la riqueza.

Los aumentos a la gasolina y tarifas eléctricas tendrán un efecto de una sola vez en el INPC y de ninguna manera se saldrá del rango de largo plazo establecido por Banco de México.

Más allá, la determinación de aumentar en 50 puntos la tasa de interés de referencia es una medida que tiene como principal objetivo moderar las expectativas de inflación derivadas del ajuste de algunos precios relativos, así como la depreciación de la moneda que, hasta el momento, no ha tenido un impacto en el nivel general de precios.

Por lo demás, datos de empleo que ya supera los 2 millones de nuevos puestos en esta administración, el desempleo en 4% de la PEA, así como el mantenimiento del consumo interno hablan de una economía saludable con moderado crecimiento, muy lejos de la crisis que algunos imaginan.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube