Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

11 Jul, 2016

Banxico guardó su autonomía en el cajón

La decisión del Banco de México de elevar la tasa de interés de referencia no cumplió su propósito de defender la paridad del peso, pero sí se convertirá en un freno más al crecimiento de la economía.

Hacienda y Banco de México están conduciendo al país a una economía sin crecimiento y con el tipo de cambio en volatilidad permanente.

Y así como la propia Junta de Gobierno del Instituto Central reconoce que no hay presiones inflacionarias ni a corto ni a mediano ni a largo plazos, desde abril se dieron las primeras señales de que el motor interno de la economía se estaba apagando.

En ese mes, según datos del Inegi, el Indicador Mensual del Consumo Privado en el Mercado Interior descendió 2.2% respecto a marzo y con ello, bajó a un crecimiento de sólo 1.2% respecto a abril de 2015.

En ese mismo mes, también con datos del Inegi, la Inversión Fija Bruta, que representa los gastos realizados en maquinaria y equipo cayó 1.6% respecto a marzo y acumuló una caída de 2.1% respecto a abril de 2015.

Lo que esto indica es que la economía, que traía un crecimiento de alrededor de 2.5% anualizado, se empezó a desacelerar desde abril de este mismo año. Es decir, el motor interno, que es el que estaba impulso ese 2.5% de crecimiento, estaba perdiendo potencia.

Del motor externo ni hablar. Ya desde febrero de este año las exportaciones no petroleras mostraban la misma tendencia de los últimos 18 meses y caían 1.4%. Es decir, el motor externo está apagado desde hace tiempo.

Pero ahora, las cosas se pondrán peor porque Banxico aumentó la tasa de interés y eso le pone freno al crecimiento.

La realidad es que el país está en problemas con una economía que se maneja con criterios políticos: Hacienda, que no puede hacer una reforma tributaria porque no hay consensos políticos para ello; y ahora, una Junta de Gobierno de Banxico politizada, que se puso a defender al peso para que les críticas al gobierno sean menores y con ello le puso freno a la economía.

La gran virtud del Banco de México ha sido su independencia de los políticos. Por ello había sido exitoso.

Pero ahora, los convencieron de que para que las críticas al gobierno no sean tan graves, apuntalaran al peso subiendo la tasa de interés. Y no funcionó.

El tipo de cambio que se fortaleció el día que Banxico subió la tasa de interés, regresó pronto a los 19 pesos por dólar, igual que con una tasa de interés menor.

La Reserva Federal de Estados Unidos no ha subido su tasa de interés porque su economía no crece; en México, Banxico subió la tasa, no para combatir las presiones inflacionarias, que no existen, sino para fortalecer al peso y con ello afectará las posibilidades de crecimiento de la economía.

Regresamos a los criterios de los años setenta, cuando el Banco de México hacía lo que Presidencia le indicaba.

De hecho, Agustín Carstens y amigos que le acompañan en la Junta de Gobierno guardaron la autonomía del Banco de México en un cajón y eso le costará al país una economía menor crecimiento y un peso en volatilidad permanente.

Hasta el próximo lunes con nuevas… Perspectivas.

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