Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

12 Jul, 2016

IMSS: la hora de la verdad

Este 30 de junio pasado se cumplió una fecha relevante en el calendario del IMSS. ¿Se acuerda del escándalo de la licitación para proveer servicios integrales de laboratorios clínicos, banco de sangre y procedimientos de mínima invasión? Pues bien, ese día vencieron todos los contratos anteriores. Esto quiere decir que, a la callada, a partir de entonces empezaron a correr los 13 días para que las empresas ganadoras sustituyan a los que estaban y tomen posesión de los servicios médicos que adjudicó el organismo de Mikel Arriola y empiecen a proveerlos a partir de mañana 13 de julio.

Audios públicos dieron cuenta de cómo Grupo Falcón de Noé Ramírez se organizó con Impromed de Fernando Chaín, Hemocer de Ignacio Higadera, DICIPA de Francisco Pallach y Centrum de Valentín Campos para repartirse contratos regionales que sumaron diez mil 500 millones de pesos. A días de que se emitieran los fallos, el 13 de abril, el IMSS presentó una denuncia e intervino la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece). Pero fue pirotecnia mediática pura de Arriola y Alejandra Palacios porque se terminaron adjudicando contratos a Falcón, Impromed, DICIPA y Hemocer. La intervención de las autoridades ciertamente dislocó los planes de Falcón, que tiene como operadores a Alejandro Bolín y a Agustín Amaya, porque metió al proceso a tres competidores que no consideraba: Comercializadora de Reactivos para Laboratorio, Médica Orión y Médica del Mayab (MDM). La irrupción del IMSS y la Cofece también sacudió sus estructuras de distribución, porque además de que entraron tres que no son afines a ellos, cambiaron de regiones; es decir, salieron proveedores de zonas históricas y los obligaron a entrar a otras que no conocen. Y justo aquí es donde el IMSS podría estarse dando un balazo en el pie porque se corre el riesgo de que los servicios integrales de laboratorios, banco de sangre y procedimientos de invasión mínima que demandan miles de derechohabientes no se puedan dar en tiempo, forma y calidad. Desde la adjudicación apareció el fantasma de los incumplimientos. Por una parte, el IMSS flexibilizó reglas a proveedores; por otro, exigió descuentos que demeritan calidades de servicios y además echó a andar un cambio que no se sabe si se cumplirá en tiempo. ¿El riesgo?, que se colapsen los servicios. En el primer caso, el IMSS no incluyó la carta de apoyo de los fabricantes, fundamental porque garantiza la capacidad técnica de los proveedores de los servicios. Primero asignaron y después le solicitaron al ganador el documento, certificación que en esas condiciones lo menos que produce son dudas. Después los adjudicados empezaron a ser bombardeados por el IMSS con mayores descuentos, con todo y que primeramente actuó sobre bases de cotización. Los ofrecimientos oscilaron entre 30 y 49%. Un laboratorio que le entró a ese juego perverso fue Abbott, que comanda Carlos García. De nada sirvió el famoso estudio de mercado que fijaba que la glucosa bien comprada por el IMSS se cotizaba en diez pesos. Alguien llegó ofreciendo siete y la ganó. Se estima que dependiendo de las eficiencias y economías de escala, una banda de utilidad razonable andará entre 5 y 7%. Todo este andamiaje operativo y administrativo, que se está construyendo en algunos casos a partir de cero, se está montando desde el 30 de junio en cerca de 703 centros de salud que posee el IMSS en el país, de los cuales 287 son hospitales y 416 son unidades médicas familiares. Van desde pequeños nosocomios con tres consultorios hasta instalaciones de 351, pasando por Unidades Médicas de Alta Estancia, hospitales regionales, generales de zona y unidades médicas familiares que requieren laboratorios clínicos, banco de sangre y procedimientos de invasión mínima. Pero el problema no es tanto el que los proveedores se reporten listos al 100%, que de por sí ya es un desafío. La cosa es que aguanten el paso. La posibilidad de que en seis meses o antes algunos quieran tirar la toalla por los problemas que los asfixiarán, es real.

PINFRA COMPRA

La noticia es que Pinfra, que encabeza David Peñaloza, está en la fase final de la negociación con OHL para comprarle su participación en el Libramiento Elevado de Puebla. Por lo que se conoce, la transacción andaría arriba de los tres mil 500 millones de pesos, recursos que serán auténtica bocanada de aire puro para la constructora española que lleva aquí Juan Osuna. La vía tiene alrededor de 13 km de longitud y fue adjudicada por el gobierno de Mario Marín, en 2008, a la empresa de Juan Miguel Villar Mir. Pero con la llegada de Rafael Moreno Valle se dio una controversia y argumentando utilidad pública prácticamente fue requisada. OHL litigó y ganó el caso, y el nuevo gobierno pactó nuevos términos en 2014 que implicaron subir a Pinfra como socio con 50%. Ahora asumirán el 100% del activo.

CEMEX GANA

La Bolsa Mexicana de Valores otorgó dos reconocimientos a Cemex, que preside Rogelio Zambrano, por su desempeño en materia de sostenibilidad. El primero destaca como la mejor empresa del IPC Sustentable en los tres pilares de sostenibilidad: Gobierno Corporativo, Responsabilidad Social y Medio Ambiente. El segundo como uno de los tres grupos con mejor estrategia de Responsabilidad Social. Estas distinciones tienen su base en una evaluación realizada por la Universidad Anáhuac del Sur, que empleó los mismos datos utilizados para determinar la muestra del IPC Sustentable de la BMV.

 

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