Responde Pemex

Ayer publiqué en este espacio las acusaciones de un grupo de distribuidores de gas LP sobre los descuentos que aplica Pemex a un grupo seleccionado de distribuidores.

Funcionarios de la empresa productiva del Estado me hicieron llegar una serie de puntualizaciones que comienzan diciendo que el precio de este insumo está regulado por la Comisión Reguladora de Energía, que establece un máximo, pero que Pemex puede aplicar ciertas medidas para hacerlo más competitivo en el mercado.

Siguen diciendo que la regulación de precio máximo era necesaria en el entorno cerrado que prevalecía hasta diciembre de 2015. Reconocen que no ha sido revisada en el nuevo entorno de competencia, por lo que el precio máximo autorizado a Pemex por el marco regulatorio resulta poco competitivo.

Con la apertura de las importaciones en 2016, y por el hecho de que los precios internacionales del producto están en niveles muy bajos, comparados a los precios máximos autorizados que prevalecen en México, las importaciones están resultando muy atractivas para los nuevos importadores y están fluyendo cantidades de producto más allá de lo que tradicionalmente requiere el mercado mexicano.

Como resultado, sigue la explicación de que el precio máximo autorizado a Pemex no es adecuado para competir, se decidió ejercer la facultad de vender a precios más competitivos. Así, reconoce “a partir de abril Pemex ha otorgado algunos descuentos a los distribuidores, sin incurrir en discriminación indebida, y sin incurrir en pérdidas respecto a los costos de producción”, con el propósito de incentivar sus compras, ya que, para una empresa como Petróleos Mexicanos, es muy importante asegurar el desplazamiento de la producción, porque si se llenan los almacenes de una refinería o un complejo procesador de gas, es necesario reducir la actividad de transformación, lo que impacta a toda la cadena productiva, provocando mayores costos por producción perdida.

Añaden que el  nivel de ventas de Petróleos Mexicanos ha disminuido en más de 30% del mercado en tres meses, debido a la participación de los importadores privados, por lo que fue necesario incrementar los niveles de descuento para asegurar el desplazamiento de la producción, lo que está alineado con el interés económico de Petróleos Mexicanos.

Como resultado, informan, la política de descuentos instrumentada por Petróleos Mexicanos está en línea con el espíritu de apertura y competencia de la Reforma Energética, ya que la intención es mantener una  participación de mercado suficiente para colocar la producción nacional en nuestro país, lo que otorga un mayor valor a la Empresa Productiva del Estado. En algunos mercados regionales del país, Pemex ha dejado de participar, dando paso a nuevos jugadores en la industria mexicana, que pueden tener mayor competitividad.

Terminan diciendo que es de esperarse que, en el corto plazo, los beneficios de los descuentos otorgados por Pemex a los distribuidores, para tener precios de venta equiparables al costo internacional del producto, lleguen a los bolsillos del consumidor final, ya que, hasta el momento, esto no se ha observado de forma generalizada. La dinámica competitiva del mercado de distribución deberá reflejarlo próximamente.

APOYO

El lunes publiqué en esta columna que el Coneval había cometido un gravísimo error al cuestionar al Inegi en la forma en la que lo hizo. Desde la forma es muy torpe emitir un comunicado de prensa que, a la luz de los hechos, sólo demuestra desconocimiento y mala fe, ya que el Inegi había informado en tiempo y forma de los cambios que haría en su medición del ingreso de las familias.

Desde el punto de vista operativo, se trata de una barbaridad. Sabían cuáles serían los cambios y debieron prever el impacto que podrían tener en la medición del éxito en el combate a la pobreza; sin embargo, optaron por sentarse en la sala de la soberbia y ahora lloran como plañideras.

El Inegi claramente está haciendo su trabajo apegado a la norma. Ellos tienen como misión hacer levantamientos estadísticos con las mejores herramientas posibles y corresponde a los usuarios hacer sus interpretaciones.

Es una bajeza de los funcionarios del Coneval dar entrevistas hablando de una suerte de conspiración por parte del Inegi para ocultar la verdad o cualquier cosa de este tipo, puesto que se trata de una falsedad grave.

Más allá, siguen aumentando la tensión con otras instancias como la Sedesol. Ayer José Antonio Meade se puso del lado del Inegi no sin antes hacer un llamado a la calma.

Hay, por lo menos, dos funcionarios del Coneval que deberán pagar las consecuencias de sus cinco minutos de fama. Esté pendiente.