Coneval no medirá pobreza con datos del MCS 2015

El Coneval debería de dar a conocer el próximo jueves a más tardar la medición de la pobreza de acuerdo con el controvertido Módulo de Condiciones Socieconómicas 2015 y con la encuesta que elaboró el Inegi del 11 de agosto al 28 de noviembre, cuando aún era presidido por Eduardo Sojo, quien ha optado por hacer mutis ante la polémica desatada por los cambios que realizó el Inegi para regresar a encuestar a todos los hogares que declararon ingresos menores a mil pesos y convencerlos de que en realidad tenían ingresos mayores porque son beneficiarios de alguno de los programas sociales de la Sedesol.

Seguramente hoy o mañana, el Coneval informará que no realizará la medición de la pobreza porque no está de acuerdo con los resultados del MCS 2015, ya que al regresar a encuestar a los hogares más pobres, se incrementó en 33% el ingreso.

El resultado que tendría que anunciarse este jueves y que el Coneval se niega a avalar es que hay diez millones menos de pobres y la población en situación de pobreza disminuyó de 46% en 2014 a 36.7% en 2015. Y la población en pobreza  extrema bajó de 9.5% a 5.9 por ciento.

Gonzalo Hernández Licona, secretario Ejecutivo del Coneval –quien lanzó la voz de alerta desde el primer día que el Inegi difundió el MCS 2015–, insiste en que, si bien se realizaron algunas mejoras, el problema es que no hay una serie comparable y se rompió la serie de la ENIGH, y de pobreza por ingreso de casi 25 años y de siete años de pobreza multidimensional.

El Coneval seguirá trabajando junto con el Inegi para poder hacer comparables las series porque a partir del mes próximo debe iniciar el levantamiento de la ENIGH 2016.

¿Y LAS CARENCIAS SOCIALES?

Si el Coneval confirma que no medirá la pobreza con los datos del MCS 2015, se generarán varios problemas en cascada. El primero es que la Sedesol entregó 154 millones de pesos al Coneval el año pasado, precisamente para que midiera la pobreza en 2015 y no fue una ocurrencia de la entonces titular Rosario Robles, sino una petición de la Conago. Y es que el Fondo de Aportaciones a la Infraestructura Social, que representa una importante fuente de ingresos para los gobiernos estatales y municipales, se otorga en función de la marginación social, pero también de los avances en el combate a la pobreza y carencias sociales.

El Coneval contrató a su vez al Inegi para la realización del MCS 2015 y se suponía que los resultados de éste se utilizarían como base para el reparto del FAIS por parte de la Secretaría de Hacienda en 2017. Y estamos hablando de más de 70 mil millones de pesos.

La presión para el Coneval es que, incluso haciendo a un lado el módulo de ingreso, mida los avances en carencias sociales: acceso a la alimentación, servicios básicos de vivienda, calidad y espacios en vivienda, seguridad social, rezago educativo y acceso a servicios de salud.

El Inegi ha cobrado ya más de 90% de los 154 millones de pesos y la interrogante ahora es quién se hará responsable por el destino de estos recursos públicos si se demuestra que se equivocó el Inegi, o si falló la supervisión del Coneval sobre el proceso.

CCE: SÍ SE PERDIÓ CONTINUIDAD DE DATOS

Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, señaló en torno a esta polémica que se debe encontrar un mecanismo que dé continuidad a la medición de la pobreza desde la perspectiva multidimensional para que no se interrumpa la comparación de datos con el cambio que realizó el Inegi.

En su opinión se debe salvaguardar la credibilidad del Inegi y del Coneval para avanzar en el combate a la pobreza, trabajar por un mayor crecimiento económico, el cual se traduce en más empleo e inversión.

Porque en los últimos 30 años hemos crecido a un promedio anual de 2.5% y aunque se ha contenido el crecimiento de la pobreza por la estabilidad económica existente, hay riesgos por desequilibrios en la balanza de pagos y déficit público.

Además, el empresario dijo que debe haber una política social más efectiva porque en los últimos 25 años se triplicó el gasto público destinado al desarrollo social, pero el porcentaje de la población en situación de pobreza apenas ha variado.