5 escándalos de higiene en grandes empresas de comida

Ciudad de México.- El escándalo más reciente sobre higiene en la comida es el de La Costeña. En una foto que comenzó a circular por redes sociales, había dos empleados que supuestamente orinaban sobre la línea de producción de chiles jalapeños, dicha imagen se publicó el 14 de julio.

Fue hasta el 22 del mismo que la empresa publicó un comunicado para aclarar lo que había ocurrido.

Este no es el primer caso en el que se pone en duda la calidad e higiene de los alimentos en manos de las grandes empresas. A continuación te presentamos cinco escándalos que las marcas tuvieron que enfrentar.

Los Nuggets de McDonald’s

Comenzó como un rumor, en 2010 circulaba una imagen de una masa rosa que era colocada en una caja de cartón. Se decía que este era el “material” con el que se elaboraban los Nuggets de pollo de McDonald’s. Poco a poco se esparció el mito urbano y la gente lo comenzó a tomar como verdad.

Para acallar los rumores, la cadena de restaurantes de comida rápida armó una campaña en la que mostraba todo el proceso de elaboración de sus alimentos. Mediante una serie de videos, se podían ver las fábricas, insumos e ingredientes con los que se preparaban los McNuggets, hamburguesas y papas. Todo era comida real.

La rata en KFC

En el 2015 un cliente de Kentucky Fried Chicken (KFC) denunció en redes sociales que encontró una “rata empanizada” en el paquete de pollo que había solicitado a domicilio. En su cuenta de Facebook, Devorise Dixon, publicó fotografías y video en el que se veía el alimento en cuestión.

Sin dejar pasar mucho tiempo, la empresa de comida rápida negó los hechos y dijo que la historia era un “completo fraude”. Rápidamente, se entrevistó a todo el personal del restaurante y ellos negaron los hechos. Basados en un análisis de las imágenes de la muestra, los expertos de un laboratorio independiente determinaron que se trataba de carne de ave de corral.

A pesar de que Dixon aseguraba tener guardada la pieza de pollo como evidencia, KFC reveló que el sujeto no les permitió tener acceso a ella para poder ser investigada a fondo.

La Salmonella en Chipotle Grill

En agosto del 2015, 64 clientes de Chipotle Grill se infectaron con Salmonella en restaurantes de Minnesota, y cerca de 100 personas contrajeron Norovirus en el sur de California. Luego, en octubre y noviembre tuvieron un brote de E. coli que afectó a 53 consumidores en nueve estados. Para diciembre, 140 estudiantes en Boston se infectaron con Norovirus.

Chipotle fue demandado por sus clientes y la empresa proyectó que este escándalo les costaría entre 14 y 16 millones de dólares. En febrero de este año, 1,900 restaurantes cerraron durante unas cuantas horas, con el objetivo de escuchar los comentarios de sus empleados.

Luego de que se detuvieron los brotes, los restaurantes comenzaron a operar con normalidad. Steve Ells, CEO de la empresa, pidió disculpas y prometió que Chipotle sería el “lugar más seguro para comer”.

Los dedos en Wendy’s

En el 2005 un consumidor dijo que había encontrado la punta de un dedo en su tazón de Chili en un restaurante de Wendy's en San José. En este caso, la cadena de restaurantes tardó en contestar a la acusación, pues no verificó que el dedo no proviniera de alguno de los empleados o fuera un problema de la cadena de suministro.

Tiempo después se descubrió que todo era una farsa, el dedo lo sembró el cliente, quien además, fue encontrado culpable de extorsión. Sin embargo, durante la crisis de dos meses, Wendy’s perdió cerca de 15 millones de dólares en ventas.

La rata en una botella de Dr. Pepper

En mayo del 2016, un niño de tres años encontró una rata dentro de una botella de Dr. Pepper mientras bebía la soda del envase. Rápidamente los padres del menor lo llevaron al médico para asegurarse que su salud no estuviera comprometida. Publicaron algunas fotos en redes sociales y fueron entrevistados por medios locales.

Dr Pepper Snapple Group se encontraba al tanto de los hechos, por ello, solicitaron la botella para realizar pruebas. Sin embargo, la familia del niño se negó a entregarla, pues dijeron que ellos harían sus propios estudios.

En un comunicado, la empresa dijo que por controles y medidas de seguridad, es “virtualmente imposible” que un objeto externo se introduzca en una botella. Según los datos proporcionados por los consumidores afectados, se pudo rastrear el lote de producción de donde salió la botella en cuestión. Adicional, un inspector de salud de la ciudad de Houston se encontraba en una revisión de rutina durante aquél día.

La compañía pidió que se le proporcionara la botella para que el contenido fuera analizado por un laboratorio forense independiente. Pero hasta ese momento, los consumidores declinaron la solicitud.

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Jbf