Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

29 Jul, 2016

¡No me digas, compadre!

Hay quien no se acostumbra a la nueva realidad que en materia de competencia y transparencia prevalece en el sistema de compras gubernamentales del sector salud y, especialmente, en el IMSS, que dirige Mikel Arriola. En los procesos de licitación que llevó a cabo el IMSS a partir de diciembre de 2015 y cuyos fallos se dieron a conocer el pasado mes de abril, para la contratación de los servicios integrales de los procesos licitatorios de laboratorio, banco de sangre y procedimientos de mínima invasión para los siguientes tres años, se privilegiaron mecanismos de competencia, transparencia y equidad, con el fin de obtener las mejores condiciones para el IMSS. Si se cambiaron las reglas desde la administración de José Antonio González, fue porque fue evidente que estos servicios estaban atendidos por unos cuantos que encontraron la forma de contener a otros participantes.  Como resultado se logró una participación histórica y, en el padrón final de proveedores están ofreciendo servicios integrales 53 empresas, en análisis clínicos, bancos de sangre y procedimientos de mínima invasión.

¿Qué explica el ataque?, que se abrió el mercado a más jugadores para golpear al oligopolio, hecho que incluyó la denuncia con pruebas de audio ante la Cofece, de Alejandra Palacios por posible colusión y comisión de prácticas monopólicas.

Respuesta: se ha desatado una guerrita de filtraciones financiada por los perdedores, apoyados en despachos de abogados y agencias de medios, con claros intereses comerciales y el propósito de presionar a las autoridades para influir en sus decisiones presentes y futuras.

Mire, el resultado es simple: se redujo la concentración de la proveeduría de estos servicios (el índice de concentración de mercado pasó en el caso de laboratorio de 27% a 22%, en banco de sangre de 46% a 40% y mínima invasión de 33 a 28%, lo que reduce la dependencia de un proveedor y de un posible incumplimiento que luego sea “milagrosamente surtido por su contraparte en el mercado privado”.

Se ha dicho que al IMSS se le hizo bolas el engrudo con la licitación de laboratorios de análisis clínicos, porque los ganadores no pueden cumplir, que hay riesgo de desabasto y que viene el caos y, que al final, se han quedado los mismos.

La campañita no hace mella, pues para quien está revisando a fondo el proceso, es presumible que está, posiblemente, pagada por Centrum, de Valentín Campos, Falcón, de Noé Ramírez y Selecciones Médicas de Fármacos Especializados, de José Antonio Pérez Fayad, que tenían la mayor parte del mercado.

Los contratos firmados por 16 mil 600 millones de pesos, que le representan al IMSS ahorros por cuatro mil 500 millones de pesos para este y los siguientes dos años, están firmes, pues los suscritos con los proveedores previos vencieron el pasado 30 de junio y la fecha límite para la entrada de los nuevos fue el 13 de julio. La transición de proveedores se preparó con dos meses y, a la fecha, los unos ya se fueron y los otros ya están dando el servicio, por lo que esas versiones de desabasto son una verdadera mentira. Ahora, en los casos en los que hubo partidas desiertas (banco de sangre y mínima invasión), se acordó en los términos de la contratación previa y de acuerdo con la Ley y regla vigente, pedir extensión del contrato a los proveedores actuales hasta en tanto el IMSS organiza y lleva a cabo un nuevo procedimiento de contratación, pero en ningún caso se han otorgado facilidades ni se ha flexibilizado regla alguna a los proveedores.

¡Ah! Lo pasaba de largo. Uno de los mayores perdedores con la entrada de nuevos jugadores fue Centrum, de Valentín Campos. El laboratorios bajó su participación de 21% a 3%. Obvio, se inconformó ante el órgano interno de control por supuestas faltas en su descalificación. Atendiendo la queja, el controlar del IMSS ordenó que se revisara el caso y, está en proceso el análisis, pero Centrum ha salido a filtrar que si se repone el procedimiento se podrían ahorrar cuatro mil 500 millones de pesos más y, la verdad… hay quien piensa ¡que son patadas de un desplazado!  Por lo pronto un adelanto: La ASF, de Juan Manuel Portales, está revisando todas las licitaciones de los seguros populares estatales y en otras instituciones federales de salud, donde estos jugadores logran ganar la mayor tajada. No sólo los investiga la Cofece. Resultados… ¡No tardan!

DE FONDOS A FONDO

#InspiraPorPrimeraVez… Pues le cuento que la CFE, empresa pública dirigida temporalmente por, Jaime Hernández, registró, por primera vez, desde el 2010, utilidad neta para el periodo enero-junio de 2016 de 106 mil 846 millones de pesos, 400% mayor a la pérdida que registró en el mismo primer trimestre del año pasado cuando el reporte en números rojos fue de 35 mil 592 millones de pesos. El que debe estar más que satisfecho es el hoy presidente del PRI, Enrique Ochoa, pues, evidentemente, este resultado es fruto de su gestión y del buen entendimiento que logró con el líder del Suterm, Víctor Fuentes, porque se explican en gran parte gracias al efecto positivo que tuvo la renegociación del Contrato Colectivo de Trabajo, que concluyó en mayo de 2016 y, que permitió una reducción preliminar en el pasivo laboral histórico de largo plazo por cerca de 160 mil millones de pesos.

¡Eso es lo que comienza a reflejarse en los estados financieros en este primer semestre! ¿Y sabe por qué? Porque son recursos para capitalizar a la empresa, que se refleja en un aumento del patrimonio a junio del 2016 del 99% respecto al registrado en junio del 2015.

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