José Manuel Suárez-Mier

José Manuel Suárez-Mier

José Manuel Suárez-Mier

12 Ago, 2016

Voto hispano en barroco sistema electoral

A sugerencia de un lector trataré de describir el peculiar régimen electoral de EU, que lleva a que la elección presidencial sea competitiva en un puñado de estados, lo que permite a quienes creen indispensable la derrota de Donald Trump concentrarse en esos territorios para activar el voto hispano.

El sufragio presidencial en EU no es una elección directa en la que los electores voten por sus candidatos preferidos, sino un plebiscito indirecto en el que los votantes eligen a quienes formarán el Colegio Electoral (CE), integrado por 535 personas, que se reúnen en asambleas estatales para elegir Presidente y Vicepresidente. El número de integrantes del CE es igual a la suma de los 435 diputados más los 100 senadores, cantidad invariable salvo cuando se agregan nuevos territorios al país. El Senado se compone por dos senadores por estado, aparte de su número de habitantes, a diferencia de los 435 diputados cuyo número no cambia, pero sí la ubicación estatal de los distritos electorales dependiendo de su población.

La composición del Congreso y del CE se explica por el compromiso político de origen entre estados grandes y más poblados, como Virginia y Pennsylvania, y chicos como Rhode Island y Delaware. Cada uno de los 50 estados tiene dos senadores y un número variable de distritos electorales, y por lo tanto de diputados, que se ajusta según el número de sus habitantes de acuerdo al censo de población.

Mientras California y Texas tienen 55 y 38 distritos electorales, respectivamente, siete estados tienen uno sólo. Ello implica que la densidad de población por distrito varía bastante. Mientras que el único distrito electoral de Wyoming cuenta con 568 mil votantes, los de California tienen en promedio 679 mil cada uno.

Esta situación posibilita que un candidato gane la elección aunque haya perdido en el voto popular, lo que ha ocurrido cuatro veces, la más reciente en los comicios de 2000 en los que Al Gore ganó por medio millón de boletas, pero perdió la elección ante George W. Bush al contar con un número menor de votos en el CE.

En las últimas décadas, la elección presidencial se decide en un puñado de estados indecisos, pues el resto ha votado regularmente por alguno de los dos partidos principales. Así, California es demócrata y Texas es republicano.

Según la revista Político, los estados donde los candidatos de ambos partidos están más parejos son : Virginia (11), Colorado (7), Iowa (8), New Hampshire (2), Florida (27), Nevada (4) y Ohio (16), pero dada la naturaleza peculiar de los candidatos ahora, hay que agregar Michigan (14), Carolina del Norte (13), Wisconsin (8) y Pennsylvania (18). Esto implica que los esfuerzos para promover que la población hispana vote en noviembre se deben concentrar en esos territorios. Por ejemplo, los hispanos en Carolina del Norte, un estado en el que virtualmente no los había hace 25 años, es de 828 mil, representando el 9% de su población.

Es obvio que en estados que fueron parte de México, como Colorado, el número de hispanos es superior: 1.1 millones que representan 21% de la población; en Nevada, 740 mil, 27% de sus residentes. En otros estados, como Pennsylvania, los hispanos, la mayoría mexicanos recién llegados, son 750 mil, 6% del total.

Hay cientos de clubes hispanos que promueven el voto en la comunidad en todas partes. En Colorado existen CLLARO (Colorado Latino Leadership, Advocacy and Research Organization) o CLF (Colorado Latino Forum). Por desgracia, nuestro Consulado en Denver, clave para apoyar estos grupos, está acéfalo.

Esta labor, que debe incluir cambiar la percepción de nuestro país en EU, conviene que sea permanente, y empezar con la comunidad mexicana en la que prevalecen viejos y arraigados resentimientos.

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