Luis Enrique Mercado

Perspectivas

Luis Enrique Mercado

15 Ago, 2016

México, un país donde la ley no se respeta

El raquitismo que afecta a la economía mexicana y que ha impedido que crezca más allá de 2% anual promedio en las últimas cuatro décadas puede tener muchas causas; pero acaso la más grave sea la facilidad con la que en este país se viola la ley sin que pase nada.

Y nada más haga el recuento: la CNTE tiene destruida la economía de Oaxaca. No hay turismo ni comercio ni crecimiento de las empresas ni inversiones ni creación de empleos.

Un nuevo gobernador, El Bronco, llega a Nuevo León y como la planta de Kia la autorizó su antecesor, la frena, le pone bardas y obstáculos, desconoce los acuerdos hechos.

Hoy mismo, en muchas ciudades del país, pequeños grupos amparados en las más diversas causas bloquean calles, plazas y avenidas.

Los empresarios del Distrito Federal tienen años y años padeciendo marchas, plantones y tomas de calles y cada día las cosas están peor.

En todos los estados y, sin duda, en todos los municipios, gobernadores y alcaldes inventan nuevas reglas para poner o una pollería, una fábrica de láminas para techos o una empacadora de carnes.

Todas estas y muchas más acciones son atentados a los derechos de propiedad, a la libertad de emprender, a la posibilidad de que haya negocios, compras y ventas; en una palabra, afectan, frenan y, como en Oaxaca, imposibilitan las decisiones de los agentes económicos.

Es decir, lo que vemos es una nación donde las leyes no se respetan; donde la violación a las leyes es una práctica sistemática de los gobiernos, que no se atreven a exigir que todos los ciudadanos respeten la ley.

Y con ello han alentado el surgimiento de grupúsculos de los más diversos orígenes, con todas las denominaciones que la palabra revolución permite y que encuentran en la manifestación pública, en la oposición en los congresos, el nacional y los estatales, a toda medida que no les favorece a ellos.

Lo que este clima de violación sistemática a las leyes ha conseguido es frenar las inversiones grandes y pequeñas; conducir a la quiebra de miles de negocios de todo tamaño y de-
salentar la creación de empleo y el fortalecimiento de los negocios.

Por eso el crecimiento de la economía mexicana ha sido sistemáticamente de 2% promedio anual en las últimas cuatro décadas.

Los gobiernos mexicanos de los últimos 25 años han realizado reformas para darle dinamismo a la economía.

Salinas de Gortari privatizó empresas paraestatales y firmó el Tratado de Libre Comercio; Ernesto Zedillo transparentó las finanzas públicas, inició la reforma de pensiones y puso a la estabilidad y la responsabilidad en el manejo de la economía como requisitos indispensables para salir adelante; Vicente Fox alentó la transparencia y mantuvo la disciplina en el gasto público; Felipe Calderón avanzó en el manejo de las pensiones y profundizó el combate a la inflación y la responsabilidad en el manejo de las finanzas públicas, y Enrique Peña Nieto hizo una serie de reformas estructurales entre las que sobresale la energética.

¿Y porque las economía sigue sin crecer lo suficiente? Porque ninguno de estos mandatarios puso como columna vertebral de todo, el respeto a la ley; la obligación de los gobiernos para que la ley se respete.

Y mientras esto siga así, la economía seguiría con su raquitismo.

Hasta el próximo lunes con nuevas… Perspectivas.

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