Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

22 Ago, 2016

Vienen prebases de megalicitación

Los empresarios y directivos farmacéuticos asistentes a la reciente convención en Cancún de la Asociación Nacional de Distribuidores de Medicinas (Anadim) continúan atónitos por la presentación que la periodista Carmen Aristegui hizo de los Panama Papers, y particularmente a lo que se refiere al caso Nadro-Marzam.

Entre los participantes funcionarios de Nadro, Marzam y un nutrido número de ejecutivos de laboratorios fabricantes de medicamentos que, según nos cuentan, o reían o reflejaban pena ajena por los ilícitos cometidos por personajes que mancharon gravemente el prestigio, imagen y credibilidad de esta de por sí vulnerable industria.

Aristegui no dejó títere con cabeza: igual mencionó un sinfín de veces a Nadro, Pablo Escandón Cusi, Marina Matarazzo, al despacho Fonseca-Mossack, al abogado asesor Luis Doporto Alexandre, al fondo Moench Coöperatief, a Gennoma Lab, Casa Marzam, haciendo bromas de su director general José Peña, “el otro Peña”, así como a Savi Distribuciones por su inhabilitación de cinco años para venderle a entidades de gobierno.

Y ni qué decir de sus menciones a la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), de Alejandra Palacios, o a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), de Jaime González Aguadé, a los que se refirió como engañados y sorprendidos por este hecho, al que calificó de absoluta falta de ética y honradez de los involucrados.

Sobre todo se refirió con especial ironía al supuesto acto de “inocencia” de la esposa de Pablo Escandón, Marina Matarazzo, quien fue la que aportó los 83 millones de dólares para financiar al fondo holandés Moench Coöperatief para adueñarse del control de Marzam.

Pero al margen de la convención de la Anadim, estamos a escasos días de conocer las tan esperadas prebases para la megalicitación 2016-2017 convocada por el IMSS, de Mikel Arriola, para efectuar la compra consolidada de medicamentos para ese organismo y demás dependencias del gobierno federal.

Recuerde que participan también el ISSSTE de Jesús Reyes Baeza, la Defensa Nacional que comanda Salvador Cienfuegos, Pemex que dirige José Antonio González Anaya, Salud de José Narro y la mayoría de los estados del país. El monto de esta licitación andará cerca de los 50 mil millones de pesos.

Los laboratorios farmacéuticos internacionales y los nacionales grandes, ni qué decir de los distribuidores de medicamentos, estarán atentos de la posible participación de Marzam y Nadro, juntos o por separado, y de Savi, que fue inhabilitada por haber participado en la licitación 2015 con un registro apócrifo.

Sin embargo, la distribuidora Alianta, propiedad de los socios de Savi, Francisco Villela y Javier Salazar, provee de servicios de logística a Marzam, que dirige José Peña, por lo que no se descarta una participación indirecta de este grupo en la nueva megacompra de medicinas.

Los industriales farmacéuticos confían en que el IMSS, la Cofece, los Órganos Internos de Control (OICs) de las dependencias involucradas, la Secretaría de la Función Pública, la Cofepris y demás autoridades involucradas en el tema, estén vigilantes de la transparencia y pulcritud del proceso en ciernes.

MURRIETA VUELVE

Tal y como se lo adelantamos desde el martes pasado, Pemex confirmó en su consejo del viernes la designación de Carlos Murrieta como nuevo director de Pemex Transformación Industrial.

Este nombramiento viene a sepultar la gestión de Emilio Lozoya Austin y a acrecentar la supremacía panista en la principal empresa del gobierno. Se recordará que el anterior director auténticamente acosó a Murrieta, a quien obligó a renunciar en momentos personales y familiares en verdad duros.

Después le montó una indigna campaña acusándolo de despilfarrar más de mil 400 millones de pesos en asesorías fallidas y malas decisiones. Pues bien, ahora todos los que contribuyeron en ello a ver qué hacen porque Murrieta, un exconsultor de McKinsey especializado en temas petroleros y sin duda de gran prestigio, regresa por la puerta grande.

Fue director corporativo de Operaciones de Pemex entre 2009 y 2015. Lo fichó Juan José Suárez Coppel durante el gobierno de Felipe Calderón, tiempo en el que su vida profesional se cruzó con la de Carlos Treviño, otro destacado panista y hoy principal brazo derecho de González Anaya.

GEO A TRIBUNALES

No hubo arreglo la semana pasada entre la financiera María Eugenia Sidaoui y los capitanes de GEO, que lleva Juan Carlos Braniff, por lo que el conflicto legal seguirá su curso en los tribunales, dejando en el limbo la reestructura financiera de la principal desarrolladora de vivienda.

Sidaoui reclama pago de honorarios por una asesoría que no concluyó. Le decía la semana pasada que eran cerca de tres millones de dólares. Corregimos: son como cinco millones de dólares, pasando por encima de cientos de acreedores reconocidos, que no es su caso.

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