Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

24 Ago, 2016

Linux

“¿Quién es el más famoso programador de computadoras en el mundo?” La pregunta la formuló en 2001 la escritora Ann Brashares, quien justo en aquel año comenzó a publicar la serie de novelas juveniles a las que debe su fama, The Sisterhood of the Traveling Pants, sobre cuatro amigas que se van rolando unos pantalones de mezclilla que les ajustan perfectamente, aun cuando ellas no son de la misma talla.

Bill Gates, deberías responder, y estarías parcialmente en lo correcto. Pero aunque Gates comenzó su carrera como un programador, él logró fama y fortuna como hombre de negocios y comerciante, no como técnico”, prosigue Brashares. “Si le pusieras esta pregunta a una multitud de entusiastas de la tecnología, lo más probable es que obtendrías una respuesta rotunda: Linus Torvalds. Él tiene más referencias en la World Wide Web que Steve Jobs, Bill Gates, Larry Ellison, e incluso Tom Cruise”.

Anticipándose al desconcierto de su hipotético lector, Brashares se pregunta: “¿Linus quién?”, aclarando que no se trata de un multibillonario ni del poseedor de algún jet, ni del comprador de alguna compañía que debutara exitosamente en Bolsa. “Eso es lo que hace a Linus Torvalds tan especial. Con frecuencia es llamado el anti-Bill Gates. Él no hizo dinero, aunque prácticamente creó una revolución (y) ha sido el instrumento para crear una comunidad próspera”.

La revolución mencionada por Brashares cumplirá un cuarto de siglo mañana. El 25 de agosto de 1991, Linus Torvalds publicó un mensaje solicitando apoyo de colegas para desarrollar un sistema operativo gratuito, el cual, aclaró, sólo trabajaba como un pasatiempo. Dio la bienvenida a cualquier sugerencia, aunque no prometió implementar todas las que le llegaran.

Y de aquella comunicación inicial surgió Linux, una extensión del nombre de aquel innovador nacido en Helsinki el 28 de diciembre de 1969. Según la leyenda, Linus Torvalds fue bautizado así en honor al químico Linus Carl Pauling, ganador del premio Nobel en 1954 en su especialidad científica, y del de la Paz en 1962, como activista contra las pruebas nucleares terrestres. Y también es por Linus, el mejor amigo de Charlie Brown (Carlitos) en la tira cómica de Charles M. Schulz.

De acuerdo con el libro Linus Torvalds: Software Rebel (Twenty-First Century Books, Brookfield, Connecticut, 2001), la semblanza escrita por Ann Brashares, el hoy célebre ingeniero estuvo fascinado por las computadoras desde los diez años, y él mismo lo explica en broma: “¿Qué otra cosa podrías hacer en Finlandia si odias el hockey?”. Así que, acicateado por su abuelo, un profesor universitario de estadística, comenzó a trabajar en una Commodore VIC-20. Al poco tiempo ya había aprendido a escribir juegos para computadora y, con el tiempo, programar se convirtió en su obsesión.

Desde niño, Torvalds se distinguió por su disciplina y concentración, pero nunca fue dogmático. Como su biógrafa apunta, combinar dedicación y pragmatismo lo puso en el centro de una gran convulsión tecnológica: el movimiento en pro del código abierto, aquél que hizo poner gratuitamente, a disposición de quien lo quisiera, un sistema operativo que compitiera al tú por tú con los hegemónicos Windows y Mac OS.

Así, Linux pudo ser descargado por cualquier usuario que quisiera aprovechar sus beneficios y, de paso, contribuir a corregir sus errores; con ello dejó de ser el producto de una persona para convertirse en la obra de millones, un programa incluyente y adaptable. Y aunque hace 15 años el nombre de Torvalds aún no competía en el firmamento de las estrellas de la industria, su creación definió buena parte del futuro de la electrónica.

En la celebración de estos primeros 25 años, The Linux Foundation publicó un reporte de las contribuciones en las que está presente su núcleo, cuyo desarrollo está patrocinado por firmas como Google, IBM, Texas Instruments, Samsung e Intel. Y aunque no ha sido un sistema operativo predominante en computadoras de escritorio o portátiles, es componente fundamental del funcionamiento de páginas web y dispositivos móviles como teléfonos, tablets y relojes. Y será pieza clave en la seguridad de Nougat, la más reciente actualización de Android lanzada el lunes.

Representado por la caricatura de un pingüino, Linux recuerda más bien el espíritu de los pantalones vaqueros de los bestsellers de Brashares: la simpática metáfora de una aventura llamada compartir.

*marco.gonsen@gimm.com.mx

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