El turismo de lujo no es viable sin seguridad y sustentabilidad

En abril de 2017, la naviera Silversea, que comanda Manfredi Lefebvre d’Ovidio, botará su nuevo crucero, el Silver Muse, que pretende convertirse en un hito para el mercado de lujo.

Esta compañía compite con las marcas de cruceros que van al mercado de los viajeros de alto gasto, como Crystal y Seabourn, y tiene un reconocimiento entre los viajeros, pues se ha mantenido en ese nicho con un concepto de barcos de relativamente pocos pasajeros y rutas que han sido exitosas por su originalidad.

Por ejemplo, tienen un recorrido por más de diez ciudades de Japón del que es difícil obtener espacios porque los viajeros estadunidenses, británicos y australianos lo llenan rápidamente.

Otro caso es una visita a Borneo, lo que incluye una caminata por una reserva de orangutanes, guiada por una de las naturalistas que es una autoridad mundial en el tema.

El personaje clave en todo eso es Lefebvre, apasionado de la navegación y los viajes, quien personalmente elige los destinos y determina las rutas.

Hoy los principales mercados para Silversea son Estados Unidos, Australia, Reino Unido, Alemania, Canadá, España y México, el más importante para esta región, según Christian Sierralta, vicepresidente de ventas para la región. Así es que ahora hay expectativa por la recepción que tendrá el nuevo barco, cuyo diseño fue producto de una cuidadosa reflexión de Lefebvre.

Los camarotes más espaciosos de su categoría, un reposicionamiento de las chimeneas y las máquinas, para contar con una piscina más grande, así como la eliminación del concepto de restaurante principal, para ser reemplazado por seis pequeños, serán los diferenciadores. Sin embargo, el verdadero reto de los barcos de lujo es llegar a sitios restringidos y únicos, de difícil acceso, como las islas Galápagos, la Antártida o Borneo.

Hoy la amenaza del terrorismo y el crecimiento sin precedente del turismo vuelven cada vez más difícil hacer ese tipo de visitas.

Hacen falta nuevas reglas de convivencia, densidad aceptable de viajeros en un lugar y seguridad frente a una nueva realidad, para que el turismo pueda mantener su paso ascendente.

De seguir así, el crecimiento explosivo de este sector podría convertirse en una carga para la sustentabilidad, y fuente de riesgos innecesarios, cuando debe ser parte de la solución a los grandes problemas del planeta.

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Reunión en Miami. El entorno cambió y el panorama que describió Enrique de la Madrid, titular de la Secretaría de Turismo, fue de recursos públicos limitados para el resto de la administración, pero con buenas expectativas para el sector.

En el encuentro estratégico al que convocó Lourdes Berho, la titular del Consejo de Promoción Turística de México, quedó claro que las metas tienen que ver con avanzar en el posicionamiento del país en la lista de los más visitados del mundo y también en el tema del gasto. También quedó claro que De la Madrid tiene su foco en el turismo y ninguna señal de que pudiera moverse a otra dependencia, en el contexto de los cambios en el gabinete que se anticipan para el Informe de Gobierno.