Maricarmen Cortés

Desde el piso de remates

Maricarmen Cortés

1 Sep, 2016

Peña Nieto, baja el crecimiento y sube la inseguridad

Definitivamente el balance al cuarto año de gobierno de Enrique Peña Nieto es negativo. La economía no sólo no repunta, sino que cada año se ajusta a la baja; las reformas estructurales han tenido un lento y muy difícil aterrizaje; la inseguridad se mantiene al alza y no sólo por la narco- violencia, sino para la deficiente reacción ante los bloqueos de la CNTE y sus actos vandálicos que permanecen impunes ante la desesperación del sector privado que ha registrado ya pérdidas multimillonarias.

En promedio, el crecimiento del PIB ha sido de 2.03% anual en estos primeros cuatro años del sexenio, es decir, un porcentaje muy similar al registrado en los sexenios de Fox y Calderón cuando la expectativa tras la aprobación de las reformas es que creceríamos más de 4% anual.

Y ayer el Banco de México no sólo redujo su meta de crecimiento del PIB para este año a un rango de entre 1.7% y 2.5%, también bajó la meta para 2017 a un rango de 2% a 3%. Para 2018 el consenso entre analistas del sector privado, considerando que se reactive Estados Unidos, es un rango de 2.8% a 3%.

Cierto que a Peña Nieto le ha tocado enfrentar un entorno internacional adverso porque la recuperación de la economía internacional después de la crisis de 2008 se ha retrasado más de lo que se esperaba, no sólo en el caso de Estados Unidos, sino de otros motores de desarrollo como China, India y desde luego Europa.

Cierto también que la economía mexicana no podrá repuntar mientras Estados Unidos no se reactive, pues hay factores domésticos que han frenado a la economía y han impedido que se cumplan las expectativas de crecimiento. Entre estos factores están: el retraso en el ejercicio del gasto público a principios de sexenio; la política hacendaria que retiró los estímulos a la generación de empleos, al reducir la deducción inmediata de inversiones y la deducción de las prestaciones sociales, y los ajustes al gasto público que frenaron la inversión gubernamental y afectaron a sectores clave como la construcción.

BAJA INFLACIÓN Y MAYOR EMPLEO

En el balance de estos cuatro años destaca del lado positivo la inflación que pese a la depreciación del peso cerró el año pasado en un nivel histórico bajo de 2.13% y este año se anticipa que cerrará arriba de 3% dentro del rango del Banco de México, a pesar del incremento en las tarifas eléctricas y las gasolinas.

Del lado positivo destacan también los dos millones de empleos generados desde el inicio del sexenio, aunque en julio se registró ya una desaceleración. El problema es que la gran mayoría de los trabajadores registrados ante el IMSS están en empleos de muy bajo ingreso, y no necesariamente estamos hablando de generación de nuevos empleos sino de formalización de empleos ya existentes. Y la mayor formalización se debe no sólo a la política de fiscalización que realizan el SAT y la SCHP, sino a la Reforma Laboral aprobada en el sexenio de Calderón que obligó a muchas empresas a terminar con prácticas nocivas de outsourcing y a pagar prestaciones sociales a sus trabajadores.

Un logro también es que pese al dramático desplome en los precios del crudo, se haya logrado mantener el timón y se evitó una crisis financiera, pero el costo ha sido un bajo crecimiento económico y un alarmante aumento de la deuda que prendió ya los focos amarillos en Standard & Poor’s, que puso en revisión con perspectiva negativa la calificación de México, y también en el Banco Central.

Agustin Carstens, gobernador de Banxico, advirtió que el endeudamiento está llegando a “límites de lo razonable” y es ya impostergable que sea contrarrestado con una reducción del gasto público.

REUNIÓN EPN-TRUMP, INEXPLICABLE

Lo que nadie entendió en la víspera del Cuarto Informe es la reunión del presidente mexicano, Enrique Peña Nieto, con el candidato republicano a la Presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, quien durante su campaña ha dicho pestes de los mexicanos. La excepción es el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, quien asistió a la reunión y la justificó.

Sin embargo, Trump ni siquiera ofreció una disculpa por sus insultos e insistió en que va a construir el muro en la frontera y a renegociar el TLCAN en beneficio de Estados Unidos. ¿Qué diría Peña Nieto si la presidenta Clinton invita al Peje a Washington en 2018?

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