Videgaray no logró sortear el “Trumpezón”

Inesperada, pero necesaria la renuncia del secretario de Hacienda, Luis Videgaray, quien no logró reponerse del “Trumpezón”. La reunión del presidente Enrique Peña Nieto con Donald Trump ha sido, sin lugar a dudas, el mayor error de su administración y la medida que más enojo ha generado entre los mexicanos y que más ha sido criticada a nivel internacional.

Peña Nieto tenía que dar un golpe de timón ante la pérdida de gobernabilidad y el desplome de su imagen y aunque se rumoraba que haría varios cambios en su gabinete, optó por el cambio en la Secretaría de Hacienda, y por consecuencia en Sedesol. Peña Nieto hizo a un lado a Videgaray, su colaborador más cercano, y responsable de la decisión de invitar a Trump como muy bien se encargó de difundir en todos los medios la secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, quien seguramente es hoy la más contenta con los cambios porque se queda como canciller.

El regreso de José Antonio Meade fue una decisión obligada porque cambiar al secretario de Hacienda en la víspera de la entrega del paquete económico de 2017 hubiera generado un gran nerviosismo en el mercado. Entre otras ventajas de Meade está que fue secretario de Hacienda al cierre de la administración de Felipe Calderón y su reconocimiento a nivel internacional, porque realizó una muy buena labor tanto en la Secretaría de Relaciones Exteriores como en la de Desarrollo Social en este sexenio. Y es el funcionario con mayor experiencia en el gabinete de Peña Nieto porque además de ser secretario de Hacienda en el gobierno de Calderón estuvo también al frente de la Secretaría de Energía.

Aunque hay quien critica a Meade Kuribreña por ser todólogo, él bromea al respecto y asegura que no hay 5º malo, y la gran duda es si por su regreso a la Secretaría de Hacienda disminuyen sus posibilidades de ser candidato a la presidencia en 2018, porque tendría que haber un nuevo cambio en la SHCP el año próximo.

AJUSTE EN EL PRESUPUESTO Y MENOR DEUDA: RETOS DE MEADE

El primer reto de Meade Kuribreña será revistar en fast track el paquete económico que debe presentar hoy al Congreso, con un presupuesto elaborado ya por Luis Videgaray. Las metas las fijó ayer Peña Nieto: mantener la estabilidad financiera, lograr un superávit primario, reducir la deuda, realizar un ajuste en el gasto para que sea el gobierno el que asuma el costo del superávit y sin ningún nuevo impuesto o incremento a los actuales.

La ventaja es que Meade tiene ya experiencia en negociar con el Congreso y tiene muy buenas relaciones con legisladores de todos los partidos, pero lo que también sorprendió es que junto con Luis Videgaray renunciaron Fernando Aportela, subsecretario de Hacienda y Aristóteles Núñez, jefe del SAT.

Esto implica que además de revisar el presupuesto a marchas forzadas y negociar con los legisladores para que lo aprueben, Meade tendrá también que cabildear para los nombramientos de dos funcionarios clave en la SHCP como son la Subsecretaría de Hacienda y el SAT. Supuestamente Aportela y Núñez renunciaron porque habían cumplido su ciclo y necesitaban un cambio, pero ¡caray!, podrían haberse esperado por lo menos al 15 de noviembre, fecha límite para aprobar el presupuesto.

CLAROSCUROS DE VIDEGARAY

Luis Videgaray fue no sólo secretario de Hacienda, era un cuasi vicepresidente. Su cercanía a Peña Nieto le permitió a Videgaray impulsar el paquete de reformas legislativas, entre las cuales, sin lugar a dudas, destacan la Energética, la de Telecomunicaciones y la Hacendaria.

Su gran acierto es que evitó que la caída en los precios del crudo se tradujera en una crisis y desplome del PIB como la que hoy enfrenta Brasil.

Sin embargo, entre los errores de Videgaray están: el lento aterrizaje de las reformas estructurales, la Reforma Hacendaria que elevó los ingresos tributarios, pero frenó el crecimiento económico, la falta de un programa de rescate para el sureste, la ausencia de estímulos a la inversión, el déficit público y el aumento de la deuda en relación con el Producto Interno Bruto.

MIRANDA A SEDESOL

La sorpresa fue el nombramiento de Luis Enrique Miranda como secretario de Desarrollo Social. Le llovieron críticas en redes sociales porque es muy amigo de Peña Nieto y porque fue secretario de Finanzas de Arturo Montiel.