Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

21 Sep, 2016

Un día después de Trump

La noche del 8 de noviembre muchos no habrán dormido, en caso de que Donald Trump gane el proceso electoral y sea el próximo habitante de la Casa Blanca los miembros del gabinete llegarán con un nudo en la garganta a la reunión del 9 de noviembre por la mañana convocada en Los Pinos para evaluar los escenarios que se dibujan para México con el nuevo Presidente republicano. La mañana posterior a la elección estadunidense la principal prioridad para México será económica porque las consecuencias más inmediatas se estarán manifestando esa mañana en el tipo de cambio y los mercados, probablemente el secretario de Hacienda José Antonio Meade habrá pactado a través de la Comisión de Cambios para proveer de liquidez al mercado de dólares y evitar el pánico. Dependiendo de la severidad de la reacción el Banco de México estará evaluando a lo largo del 9 de noviembre hacer un anuncio de incremento de la tasa de referencia o esperar hasta la reunión del 17 de noviembre. La madrugada del 9 de noviembre el secretario de Hacienda habrá estado en comunicación con los líderes de las bancadas para reformular el presupuesto de acuerdo a las nuevas realidades que se materializan para México.

ESCENARIOS TRUMP

Para enfrentar la incertidumbre provocada por Trump, Hacienda debe tener un documento con tres escenarios. Un ejercicio que nos da una idea es el que realizó Moody´s Analytics en un documento titulado originalmente en inglés y que se traduce como: “Consecuencias macroeconómicas de las políticas económicas de Trump”.

El documento plantea tres escenarios; el primero considera las propuestas de Trump como están planteadas, el segundo escenario que las políticas de Trump son implantadas pero a menor escala, y el tercer escenario implica que Trump tendría que negociar con un Congreso escéptico teniendo como resultado que sus políticas tendrían que replantearse y ajustarse a las realidades políticas.

En el escenario uno la economía de Estados Unidos se debilitaría y para el primer trimestre de 2018 comenzaría una recesión que se extendería hasta 2020. La explicación tiene que ver con que los aranceles de 45 por ciento propuestos por Trump a las mercancías chinas y de 35 por ciento a las importaciones no petroleras provenientes de México repercutirían en un aumento de 15 por ciento en los precios de las mismas, y aunque se encontrarían sustitutos, Moody’s estima que llevaría la inflación anualizada a 3 por ciento hacia finales de 2017 y principios de 2018. A ello habría que sumar las represalias de México y China que impactarían las exportaciones estadunidenses.

Un aspecto interesante del modelo de análisis de Moody´s es que prevé que la Fed tendría una política monetaria más agresiva, lo que aunado a la incertidumbre global llevaría a que muchos inversionistas se refugiarían en el dólar como ocurrió durante la crisis de 2008, algo que fortalecería al dólar disminuyendo sus exportaciones en 85 mil millones de dólares anuales.

En materia de migración la deportación de migrantes llevaría a un aumento en los salarios, debido a que hoy representan 5 por ciento de la fuerza laboral y esto sería trasladado a los precios de los productos contribuyendo al aumento de la inflación. La cereza del pastel del desastre Trump sería un crecimiento del déficit en un billón de dólares para 2020 aunque paradójicamente detonaría un mayor consumo influenciado por los recortes fiscales.

El segundo escenario con políticas de Trump, a menor escala por el freno del Congreso tendrían un efecto pernicioso para la economía estadunidense con una recesión que comenzaría en 2018 y terminaría en 2019. De acuerdo con Moody´s, este escenario es más debilitante, debido a que los recortes fiscales serían menores y no generaría tanto vigor en el consumo.

En el tercer escenario, Estados Unidos escapa a la recesión aunque se estanca y prácticamente no crece, el modelo propone algo muy poco probable que sería que en el asunto de los aranceles México y China no realizarían represalias. La conclusión general de las políticas de Trump es que la economía de Estados Unidos estaría aislada y debilitada. En cuanto a México, los escenarios que deben prever en Hacienda deben variar entre muy malo y pésimo.

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