Salo Grabinsky

Del verbo emprender

Salo Grabinsky

24 Sep, 2016

Reglas de ética... y de etiqueta

Con el choque de generaciones y los jóvenes del Milenio y sobre todo del proceso irreversible de cambios que estamos experimentando,   hay que diferenciar y aclarar lo trascendente de lo secundario, aunque esto sea incómodo.

Se habla de la actitud, formas de actuar, pensar y objetivos de los jóvenes que pueden ser diametralmente distintos al de sus familiares, dentro y fuera del negocio. Sin querer hacer un tratado de este importante asunto, voy a dar algunos ejemplos:

Respeto.- Por educación, principios morales y éticos la gente debe respetarse una a la otra, absteniéndose de actos, burlas o palabras hirientes. Por otro lado, yo no considero mal, en un ambiente de trabajo el que haya opiniones disidentes a la del fundador y/o ejecutivos que, de
manera correcta puedan aportarse y enriquecer la toma de decisiones. Tan falta de respeto es el que un joven le grite o se burle de sus mayores como el de que éstos lo callen y prohíban su participación. Este principio es parejo para todos y debe cumplirse en tiempo y forma en cualquier reunión.

Puntualidad.- No es falta de ética el llegar tarde a una cita, pero si se vuelve un acto repetitivo o una mala costumbre entonces va contra  reglas de etiqueta comúnmente aceptadas. En principio es ejemplo de desorganización de esa persona y puede repercutir en su trabajo,
pero en ciertos casos es señal de un complejo de inferioridad  que expone de manera un tanto arrogante para demostrar(se) que los demás tienen la obligación de esperar. Hay lugares y ciudades donde por necesidad se plantea cierta tolerancia por lo que todos conocemos, pero me refiero a gente que llega tarde de manera permanente. En mis actividades soy, muy a mi pesar, sumamente puntual y, pasado cierto tiempo de tolerancia normal, empiezo a comer o simplemente me voy a otra cita. Es cuestión de educación y respeto de los demás.

Vestimenta.- Cuando empecé a trabajar en una empresa el código de vestir era muy sencillo: Traje color oscuro, conservador, camisa blanca lisa y obviamente corbata, y zapatos de piel. Éste se ha ido aclarando y el panorama actual tiende a que se dejen de usar las corbatas ciertos días, e incluso que se asista al trabajo con ropa sport. Esto no es de ninguna forma generalizado, ya que hay oficinas con empleados uniformados por política o en el trato al público en general donde, por tradición, esperan que el vendedor o ejecutivo bancario esté vestido como lo visualiza la usanza de décadas. Por mi parte, pienso que las corbatas están en decadencia y yo uso trajes sólo para conferencias y eventos formales, pero es una decisión personal.

En fin, hay principios y valores absolutos, que no deben ser afectados a través del tiempo y reglas de conducta o de etiqueta que estarán cambiando y hay que adaptarse.

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