EcoCasa: Un ejemplo de cómo combatir el cambio climático

México emite alrededor de 451 millones de tCO2 por año, equivalentes a 3.9 tCO2 per cápita, lo que nos convierte en un actor relevante en el combate al cambio climático. Por ello, se han firmado distintos acuerdos internacionales para lograr una reducción efectiva en la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) y se ha creado un marco normativo, a través de la Ley General de Cambio Climático.

Uno de los sectores clave para iniciar la reducción de GEI es la vivienda, ya que el 15 por ciento del consumo de energía en México proviene del mismo. Por ello, la Sociedad Hipotecaria Federal (SHF), otorga financiamiento para “la Vivienda Verde”, mediante el programa EcoCasa, con el objetivo de contribuir a la reducción de emisiones, a través de financiamiento subsidiado a desarrolladores de vivienda que construyan casas que reduzcan 20 por ciento de CO2, comparado con la línea base, es decir, las viviendas estándar que se construyen en el país.

Este programa cuenta con el apoyo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y del Banco de Desarrollo Alemán (KfW), a través de distintos fondos que existen a nivel internacional y en la Comunidad Europea para la mitigación de emisiones. La iniciativa cuenta con recursos por más de 550 millones de dólares para la construcción de 44 mil viviendas energéticamente eficientes (27 mil en la primera fase) y, con ello, se estima lograr una reducción de 1.7 millones de tCO2 en los próximos 40 años.

El programa Ecocasa se ha consolidado como un ejemplo de buenas prácticas a nivel internacional y, por ello, ha sido premiado por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) y los Premios Ashden de Reino Unido, entre otros. En los tres años en que se ha venido implementando, se ha logrado financiar a más de 25 mil viviendas con 34 desarrolladores, en 20 estados de la República y en todas las zonas bioclimáticas del país, logrando una reducción de emisiones CO2 por 771,052 CO2 en 40 años. En un principio se estimaba que las 27 mil viviendas de la fase 1 del programa se lograrían en 2019, pero se estima que esto se alcance  este mismo año.

El fundamento del programa es sencillo. SHF otorga al desarrollador (directamente o a través de intermediarios financieros) una tasa subsidiada con ahorro de alrededor de 265 puntos base, para que éste invierta en tecnologías que logren la reducción de las emisiones de la vivienda sin que se afecte el precio final que recibe el consumidor. A diferencia de otros programas con el mismo objetivo, las viviendas EcoCasa no operan bajo recomendaciones prescriptivas, es decir, no se indican productos específicos, sino que son los propios desarrolladores quienes proponen qué medidas implementarán para cumplir el objetivo. Con ello se premia la transparencia e innovación.

Asimismo, la forma bajo la cual se determinan las reducciones de CO2 se basa en una metodología homologada, medible, accesible y sustentada que cuenta con el respaldo de organismos internacionales. Esta metodología realiza una evaluación amplia de los proyectos, en función del diseño arquitectónico y bioclimático, su orientación, la zona en la que se encuentran, la tipología de la vivienda, los sistemas constructivos, los materiales y las ecotecnologías.

Si bien los logros obtenidos por el programa son satisfactorios, en SHF constantemente se están haciendo adecuaciones para mejorarlo. Por ello, en la segunda fase del programa se adicionarán al análisis otras variables como la ubicación y el entorno de la vivienda, la huella de carbono de los materiales y el uso del agua. La ubicación y el entorno son de extrema importancia, ya que el ahorro en emisiones de CO2 asociado al transporte y en vivienda cerca de los centros de trabajo es inmenso y es algo que se alinea con la Política Nacional de Vivienda que impulsa la densificación y la verticalización de las ciudades. Asimismo, próximamente se estará financiando el primer proyecto EcoCasa para vivienda en renta, un segmento con un enorme potencial de mitigación.

EcoCasa es un ejemplo de cómo se pueden implementar los acuerdos que se han suscrito en materia de cambio climático. El eje del programa está claro, la reducción de emisiones de CO2, pero también se tiene un incentivo que acompañe la transición que, en todos los sectores, genera costos. Asimismo, se cuenta con  el respaldo de organismos multilaterales que proveen asistencia técnica a los desarrolladores locales. Finalmente, existe una metodología clara y transparente que busca alinear los incentivos para que la transición venga de la industria y no sea una imposición dictada desde una oficina de gobierno.

*Economista

Twitter: @acanovelez