¿Y dónde están?

Ayer le informé en esta columna, como lo he venido haciendo en forma reiterada en todos mis espacios dentro de Grupo Imagen Multimedia, que había algunos totalmente confundidos y perdidos en sus “análisis” y otras entelequias quienes exigían al gobierno (deberían referirse a la Comisión de Cambios) que tomara acciones para defender al peso porque ahí viene la oleada inflacionaria.

Pedían intervención en el mercado cambiario, que no sería otra cosa que tirar a la basura miles de millones de dólares de las reservas internacionales para que fueran a parar a manos de especuladores nacionales y extranjeros.

Siguen pensando en que debe haber un aumento en las tasas de interés en la reunión que se realizará mañana como una medida para defender un nivel de tipo de cambio, cualquiera que sea. Ni siquiera se ponen de acuerdo cuál.

Si la Junta de Gobierno del Banxico tomara la decisión de aumentar las tasas no será, de ninguna manera, para defender un nivel de tipo de cambio, sino porque consideran que la inflación podría salir del rango en el que se encuentra. La expectativa de quienes sí entienden es que la inflación se mantenga en el rango de 3% al final del año.

Se tiene que ponderar el impacto que tendría en las tasas de interés bancarias y por lo tanto en el crecimiento de la economía; sin embargo, ésa no es una prioridad del Instituto Central, sino mantener en cintura a la inflación.

Hoy pregunto de nuevo: ¿Dónde están quienes han estado pidiendo este tipo de acciones?

Parten de cualquier cantidad de absurdos como creer que la inflación no es un indicador importante cuando, sin lugar a ninguna duda, es toral puesto que tiene que ver directamente con el nivel de vida de las personas y, como deberían saber, es la función principal del Banco de México preservar la estabilidad de precios.

Es claro que los factores que han depreciado al peso, que no han ido al nivel general de precios, son totalmente exógenos:

Primero. La baja en el precio del petróleo que afecta a las exportaciones y los ingresos del gobierno por lo que es necesario hacer caso a José Antonio Meade, quien pide una y otra vez que se haga un recorte al gasto para estabilizar y después disminuir la deuda. Ojalá los legisladores estén a la altura y no sólo se preocupen de dientes para afuera como ha sido su tradición.

Ayer, el Inegi informó que las exportaciones habían crecido 4.5% durante el último año como resultado de una caída de 8.2% en las exportaciones petroleras y un aumento de 5.4% en las no petroleras.

La economía mexicana depende cada vez menos del petróleo y, gracias a la Reforma Fiscal, los ingresos públicos han logrado disminuir esa dependencia que erosionó de muchas maneras al sistema fiscal mexicano y permitió dispendios populistas como los que quiere revivir Andrés Manuel López Obrador.

De hecho, la economía se mantiene en crecimiento por el buen comportamiento del motor interno que es activado por la baja inflación que genera mayor poder adquisitivo de la población. El lunes, el IGAE mostró un crecimiento anual de 2.4% por ciento.

INNECESARIO

Segundo. La volatilidad del peso tiene que ver con factores de riesgo como la incertidumbre sobre el momento en el que el FED determine aumentar las tasas de interés o las dudas sobre el resultado de las elecciones en Estados Unidos.

Si la Comisión de Cambios, que integran el Banco de México y la Secretaría de Hacienda, le hubiera hecho caso a los acelerados y hubiera intervenido en el mercado no habría podido parar la depreciación y hubiera sido inútil a la luz de lo que ocurrió en el mercado cambiario internacional desde la transmisión del debate entre Donald Trump y Hillary Clinton.

Ayer el peso mexicano se convirtió en la moneda que más ganó en el mundo con un avance de 2.13%, lo que fue el mejor día de los últimos siete meses, es decir, la moneda se está moviendo con libertad sin la necesidad de que el gobierno intervenga.

El mercado está funcionando puesto que a pesar de la volatilidad no hay distorsiones en los mercados y, lo más importante, no se ha transferido al nivel general de precios.

AXTEL

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