Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

13 Oct, 2016

ICA depende del NAICM

ICA se está yendo con pies de plomo. No quiere solicitar el concurso mercantil con acuerdo previo sin garantizarse la continuidad del negocio, porque entonces le pasaría lo mismo que a Oceanografía, Su Casita o Mexicana.

Recordará que las empresas de Amado Yáñez, José Manuel Agudo y Gastón Azcárraga, respectivamente, se perdieron en los vericuetos de la Ley de Concursos Mercantiles y entraron al tobogán de la quiebra.

Tampoco quieren empezar de cero, como le están haciendo Geo, ahora de Juan Carlos Braniff; Banorte, de Carlos Hank González, o Urbi, de Cuauhtémoc Pérez Román y Homex, de Tato de Nicolás.

La jefa de la reestructuración de ICA, Guadalupe Phillips, pretende replicar el exitoso esquema de Comercial Mexicana y Satélites Mexicanos, que entraron a concurso con un convenio preacordado con sus principales acreedores y salieron de él en seis meses.

Pero para lograrlo necesita dos cosas. Primero, tener perfectamente blindados los proyectos estratégicos, como el túnel del Tren México-Toluca, el de diesel limpio de la refinería Madero, las carreteras México-Tuxpan y Palmillas-Apaseo El Grande, la presa Santa María en Sinaloa y la controvertida Línea 12 del Metro de la CDMX, entre otros.

Y segundo: ganar nuevos contratos. De hecho la posibilidad de entregarle a sus impacientes acreedores un plan de negocios creíble y sustentable se desmoronó en septiembre pasado, cuando la atribulada compañía se quedó en la raya para ganar al menos una de las dos pistas que se licitaron del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).

Fue un duro revés para la estrategia de Philips y del director de ICA, Luis Zárate. Pero también para Rothschild, que lleva Eugenio Torres, y FTI Consulting, que maneja Brock Daniel, los asesores financieros que llevan casi un año limpiando la empresa y conteniendo a unos 200 proveedores estratégicos, bonistas y bancos prestamistas.

Y es que esperaban ganar las dos pistas, contratos por cerca de 14 mil millones de pesos, con los cuales se voltearían con aquéllos para ofrecerles ese anhelado plan de negocios robustecido con un estado de flujo de caja con mayor capacidad de pago de la deuda, que hoy ronda los 70 mil millones de pesos.

De hecho la pérdida de tales proyectos retrasó la petición del concurso mercantil, que ahora en el mejor de los casos lo esperan para enero o febrero. Va a depender en buena medida de que ganen alguna licitación del AICM.

El 21 de octubre sale el fallo de la cimentación del edificio terminal del aeropuerto, y en diciembre se entregan ofertas por el propio edificio terminal. Entrado 2017 vienen las licitaciones del Centro y Torre de control y las restantes cuatro pistas pendientes. En todos estará presente ICA.

Para todos estos casos que sacará la SCT, de Gerardo Ruiz Esparza, se creó un equipo experto de ICA, Rothschild y FTI para preparar las mejores ofertas. Tienen prendidas las velas, porque si no empiezan a ganar nuevos contratos, nomás no saldrán a flote.

URBI VUELVE

Hace poco más de tres semanas le decía que era seguro que este mes Urbi regresara a cotizar a la Bolsa Mexicana de Valores, tras de que entregara a principios de septiembre toda la información contable que tenía pendiente en la CNBV, que preside Jaime González Aguadé.

Pues bien, el próximo 19 de octubre hará su reaparición. Mucho apuró el proceso para que sus títulos fueran recotizados el hecho de que por ahí algunos acreedores estaban amagando a la desarrolladora de vivienda a que si no definía la nueva estructura de capital, estableciendo porcentajes de acciones a los nuevos entrantes, revivirían apelaciones y regresaban el expediente a concurso mercantil, como le sucedió a Geo. Afortunadamente los pupilos de Cuauhtémoc Pérez Román se movieron rápido. Urbi dejó de cotizar en la bolsa en julio de 2013.

ARENDAL VA

Recién le decía que Arendal, de Jesús García Pons, logró reestructurar el bono de cien millones de dólares que estaba en default desde mayo. Lo reprogramó a cuatro años y ahora su nuevo vencimiento es en junio del 2020.

La firma de procuración y servicios petroleros tuvo que aceptar una nueva tasa de interés anual, ahora de 11.5% desde un 10.5% que tenía originalmente. Algunos de los tenedores del papel que aceptaron la reestructura son Invex, de Juan Guichard; Actinver, de Héctor Madero; Credit Suisse, que comanda Jorge Villarreal; BNP Paribas, que lleva Carlos Curi; los fondos Julius Baer y River Rock, amén del banco chino Haintong Securities, que absorbió al portugués Espirito Santo, prestamista de Arendal.

INVESTA CASI

Investa, que dirige Enrique Vilatela, está por finiquitar la compra de los activos del Deutsche Bank.

La firma que tiene entre sus socios a Carlos Djemal lleva varios meses negociando con la institución alemana que preside John Cryan. Ya existe una carta de intención y se estima concluir el proceso a más tardar el mes próximo.

Investa está asumiendo las operaciones fiduciarias, el acceso al Sistema Internacional de Cotizaciones de la Bolsa Mexicana de Valores, las operaciones de la casa de bolsa, el negocio de derivados y algunos créditos corporativos. Otros que se habían interesado fueron Invex de Juan Guichard, Bx+ de Antonio del Valle y GBM de Diego Ramos.

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