Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

Guillermo Zamarripa

22 Oct, 2016

Tasas de interés en México y el mundo

México entró de lleno a un proceso importante de aumento de tasas de interés durante 2016. Cada anuncio que se da por los principales Bancos Centrales me hace pensar en los costos para la economía y cuestionarme si la ruta por la que estamos transitando es la correcta.

En la semana el Banco Central Europeo anunció que se mantiene sin cambios su política monetaria. La decisión fue mantener tanto la tasa de interés como el programa de compra de deuda.

Por lo que respecta a la Reserva Federal de Estados Unidos, durante el año han ido posponiendo el aumento de tasas de interés. El último aumento fue el de diciembre de 2015, de 0.25%.

El que no se hayan dado modificaciones en el año no quiere decir que no existiera un debate al respecto. Hoy hay distintos funcionarios que opinan que debe retomarse el proceso de aumento de tasas de manera gradual y además se inclinan porque el aumento es este mismo año.

Por su parte, el Banco Central de Japón tiene tasas de interés negativas, el Banco Central de Australia en agosto de este año bajo su tasa de interés para quedar en 1.5% y el Banco Central de Canadá mantiene su tasa de interés en 0.5%.

El Banco de México tenía hasta el 15 de diciembre pasado una tasa de interés de 3.0%. A la fecha la tasa de interés es de 4.75%. Es claro que el aumento en la tasa es importante. Es más relevante entender que este aumento se ha dado en un contexto en el que las tasas en los países desarrollados siguen muy bajas.

La implicación de nuestra política monetaria divergente es que antes de que empiece el proceso de normalización de tasas en esos países, principalmente en Estados Unidos, ya tomamos una ventaja de 1.5%.

La pregunta relevante es si en el futuro, cuando se den los aumentos en tasas en Estados Unidos el Banco de México, tendrá el margen de maniobra para no aumentar tasas en la misma magnitud que lo haga la Reserva Federal.

Si la respuesta a la pregunta anterior es un sí, entonces no será tan relevante que el Banco de México se haya anticipado.

Si la respuesta a la pregunta anterior es un no, entonces estos aumentos de 2016 se volverán muy relevantes para la economía mexicana.

A manera de ejemplo muy simple, pensemos que la tasa de la Reserva Federal aumenta de 0.5% a 2.0% para finales de 2017. En ese escenario, la tasa de referencia en México estará cuando menos en 6.25%, es decir, más del doble del nivel de diciembre de 2015. Si el Banco de México se hubiera limitado a subir la tasa de interés en 0.5% en lugar de 1.75% estaríamos en 5% a finales de 2017.

En un escenario consistente con los aumentos observados en la tasas de interés se puede prever que ya no tendremos hipotecas a tasas menores de 10% y costos mayores del crédito empresarial.

Mucho de lo que ha buscado esta administración respecto del sistema financiero en cuanto a mayor dinámica de crédito y más barato lo perderemos.

En conclusión, me preocupa la ruta por la que hemos transitado en esta materia durante 2016, ya que se ha perdido margen de maniobra demasiado rápido en un entorno que se prevé muy complejo.

*Director general del FUNDEF

guillermozamarripa@itam.mx

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