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Ciudad de México. - Halloween es la ocasión perfecta para recordar las sensaciones y sentimientos que provocan sustos. Generalmente, el miedo está acompañado de preocupación, estrés, presión, ansiedad, desesperanza e incluso insomnio y enojo. Curiosamente muchas personas, 92% de acuerdo con una encuesta de Resuelve tu Deuda relacionan estos sentimientos con los problemas de sobreendeudamiento.
Las deudas son sinónimo de pesadillas para el deudor. Cuando se vive un problema de sobreendeudamiento las llamadas de cobranza, fechas límite de pago, presión social y familiar, entre otros, pueden convertirse en ese espectro que nos asecha y nos quita nuestra tranquilidad” comentó Kathy Quintero, representante de la firma.
Por ello te queremos compartir cuatro tipos de deudas monstruosas, resultado de un mal manejo de las finanzas personales, con el objetivo de que las conozcas y puedas evitarlas:
Aquí el deudor, o en este caso el doctor Frankenstein, saca de una tarjeta para pagar la otra, pide préstamos para cubrir mensualidades y en general cubre sus obligaciones con más créditos. Al final resulta una deuda monstruosa enorme, producto de distintas formas de pago y soluciones exprés que solo generan más y más problemas.
Consejo: Recomendamos no acudir a nuevas obligaciones para saldar las actuales, esto solo crea una bola de nieve de sobreendeudamiento de la cual es muy difícil salir. Lo más importante es buscar soluciones para liquidar las deudas mediante el ahorro, recorte de gastos o aumento de ingresos.
Esta deuda no te chupa la sangre, pero sí todo tu ingreso mensual. Ya sea porque el préstamo se encuentra en el mismo banco que tu nómina o porque utilizas el total de tu sueldo para pagar los mínimos, al final te quedas seco.
Consejo: si tu pago de deuda mensual supera el 30% de tus ingresos mensuales, te encuentras en una situación de sobreendeudamiento y estás sacrificando tus necesidades básicas o gastos fijos para pagar las mensualidades. La recomendación es acudir con un experto que te brinde la asesoría y solución ideal para solucionar el problema sin sacrificar tu calidad de vida y la de tu familia.
Es simplemente inmortal. No recuerdas cuándo empezaste a pagar mínimos y, aunque las pagas puntualmente mes a mes, la deuda simplemente no se muere.
Consejo: el pago mínimo, aunque muchas veces es una buena herramienta para mantener un buen historial crediticio, es peligroso porque alarga y aumenta la deuda si la mayor parte del pago se destina a intereses y no a capital. Lo ideal es ajustar tus finanzas y sacrificar el dinero que destinas a rubros como gasto hormiga o entretenimiento para abonar más del mínimo mensual y poder liquidar cuanto antes.
Es la que encanta con sus meses sin intereses, hechiza en las ventas nocturnas, seduce con sus beneficios de compra y, al final, nos deja simplemente endeudados. Lo malo es que este embrujo no es de una sola vez, siempre que exista una nueva promoción la “Deuda Bruja” está lista para salir y acumular más saldo a la deuda que ya tenemos.
Consejo: recuerda que no es obligatorio tomar todas las promociones del mercado y que los meses sin intereses no son descuentos o regalos. Las promociones son buenas cuando se utilizan en cosas que realmente necesitamos y de manera responsable.
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