Todo lo que pasó con la industria de la música por streaming en verano

Fue un verano de intensa actividad en la industria de la música en streaming.

Taylor Swift y otros artistas atacaron a YouTube por la desenfrenada transmisión continua, o streaming, gratuita. Frank Ocean y Katy Perry llegaron a acuerdos exclusivos con Apple Music, para desaliento de los ejecutivos de Spotify, un rival sueco. Detrás de bastidores, Pandora, un servicio tipo radio, y Amazon, el gigante del comercio electrónico, intensificaron sus esfuerzos para enfrentarse a Apple y Spotify. Luego, en septiembre, Spotify empezó negociaciones para comprar Soundcloud, otra empresa de streaming.

Todo este drama oscurece dos realidades emergentes. La primera es que el streaming de suscripción es ahora el futuro de la industria de la música. Esta industria sufrió un colapso catastrófico en sus ventas después de 1999 antes de empezar a recuperarse el año pasado. Vender música, ya sea vía descargas de iTunes o vía CDs, sigue siendo un negocio en declive mundialmente.

Sin embargo, los sellos discográficos y las casas editoras de música en Estados Unidos están en camino de su segundo año de crecimiento consecutivo. Los reportes recientes sobre las ventas de música en Europa, donde algunos países están experimentando aumentos de dos dígitos en los ingresos, sugieren que la recuperación también continuará en otras partes del mundo.

La mayor parte de esa recuperación se debe al crecimiento en los ingresos por el streaming de suscripción. En el primer semestre de 2016, el streaming de suscripción en Estados Unidos alcanzó un valor al menudeo de mil millones de dólares, un aumento de más de 500 millones de dólares en solo un año, poniéndole a la par de las descargas digitales. Las ingresos minoristas de los servicios tipo radio como Pandora, y del streaming apoyado por publicidad y a demanda como YouTube y el servicio gratuito de Spotify, están desempeñándose menos bien; crecieron en Estados Unidos en menos de un 10 por ciento, a 600 millones de dólares.

La segunda realidad es que, ya que Spotify y Apple tiene cerca de dos tercios de los casi 90 millones de suscriptores de paga a servicios de streaming del mundo, son los que están dando forma al futuro.

Si Spotify adquiere Soundcloud, un servicio mayormente gratuito que afirma tener 175 millones de oyentes mensualmente, su posición sería aún más fuerte. El mes pasado, Daniel Ek, el cofundador y director ejecutivo de Spotify, tuiteó que su compañía había superado los 40 millones de suscriptores, sumando 20 millones desde junio de 2015, tantos como había adquirido en sus primeros siete años en operación.

Spotify alcanzó este hito pese a la intensa competencia de Apple Music, que ha conseguido 17 millones de suscriptores desde su inicio en 2015. La compañía más pequeña entrega cerca de 70 por ciento de sus ingresos a la industria de la música en regalías, dijo un ejecutivo de la industria.

Si se desglosan las cifras, la dependencia de la industria de los servicios pagados de Spotify y Apple se vuelve aún más claro. El número de suscriptores de todos los demás combinados se redujo ligeramente (de 31 millones a 30.5 millones) en el año después de que Apple lanzó su servicio, según Midia Research, una firma consultora basada en Londres. Los servicios respaldados por artistas como Tidal, del cual son copropietarios Jay Z y otros artistas, y que afirma tener 4.2 millones de suscriptores, no han avanzado mucho.

Como resultado, las compañías musicales están observando atentamente cuál pudiera ser el próximo paso de Apple Music y Spotify. La industria sigue estando nerviosa por Apple, ya que su tamaño y múltiples líneas de actividad podrían permitirle en algún momento forzar una reducción en los pagos de regalías. En otras palabras, la industria de la música sabe que necesita a Apple más que al revés. Spotify, por otra parte, es una compañía deficitaria con solo un factor a su favor. Los sellos discográficos tienen sus quejas sobre Spotify, pero están ansiosas de que tenga éxito.

El cambio en actitud es asombroso. Anteriormente el más detestado de la industria por no pagar a los sellos discográficos suficientes regalías, Spotify se está convirtiendo rápidamente en su generador de dinero más confiable. La compañía reveló recientemente que ha pagado 5,000 millones de dólares a la industria de la música hasta la fecha. Apple, anteriormente vilipendiada por diezmar las ventas de álbumes con iTunes, es el segundo generador de ingresos más grande.

Si la industria de la música está cantando una nueva y pegajosa melodía, tiene que agradecerlo a sus antiguos enemigos.

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