Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

23 Nov, 2016

Credibilidad fiscal ¿para qué?

La lectura a detalle del Informe de Supervisión de la Economía Mexicana realizada por el Fondo Monetario Internacional, que dirige
Christine Lagarde, en los términos del artículo IV, ratifica que el país tiene una condición macroeconómica adecuada (fiscal, monetaria y financiera) para sortear el aumento de riesgos externo y, los que derivan de las vulnerabilidades internas (pobreza, baja productividad, salud, inclusión de mujeres al mercado de trabajo en condiciones legales adecuadas, inseguridad y violencia, débil aplicación de la ley).

Acostumbrados a ver en Trump la principal amenaza del momento por lo que implicaría un cambio abrupto en la política comercial que se ha dado bajo el TLCAN en los últimos 23 años, y de cara al reinicio de la normalización monetaria en Estados Unidos, la volatilidad y la incertidumbre de los primeros días posteriores a la victoria de Trump han mejorado la posibilidad de que el TLCAN se modernice, a no ser que se denuncie.

Pero el FMI, acostumbra a realizar reportes acuciosos y hay temas bajo la lupa que son indispensable atender. Los bajos precios del crudo y la caída en la producción petrolera y derivados han profundizado el déficit comercial y, junto con la expansión del déficit público a un ritmo que prendió alertas, ha subrayado la necesidad de que se retome el control sobre las finanzas públicas, federales y estatales. ¿Por qué? Porque la deuda pública es alta y la deuda pública externa también lo es. La primera representa 56% del PIB y la segunda, 42% del PIB estimado al cierre de este 2016.

A José Antonio Meade, secretario de Hacienda, le toca lo más difícil. Contener el déficit, pero al mismo tiempo reequilibrar las finanzas públicas, pues aun con el aumento en ingresos fiscales de 2014 a la fecha, éstos han sido insuficientes para sustituir los ingresos de Pemex en el balance fiscal.

Otro elemento que se apunta: a pesar de que México ha adelantado su calendario de pagos externos, no está exento de un cambio en el sentimiento de mercado que afecta a la inversión de los no residentes en valores gubernamentales en pesos.

El reporte indica el grado de sensibilidad que tiene México a la volatilidad del mercado global  es alto, puesto que de 2010 a la fecha, producto de la confianza en el manejo macroeconómico, de la liquidez que tiene el peso en el mercado cambiario global, esa inversión ha alcanzado los 456 mil millones de dólares o 40% del PIB.

Un  y 30% de esa tenencia se mueve cuando hay efectos globales sobre mercados emergentes.

En México, representa 35% del total de la deuda pública en pesos, de la cual cinco puntos porcentuales está en Cetes a menos de un año y, 60% corresponde a los Bonos M. Esa tenencia es casi 4.5 veces el saldo de la línea de crédito flexible con el FMI y representa más de dos veces al saldo de las reservas internacionales.

¿De qué manera se corrige? O suben ingresos fiscales generalizando regímenes, eliminando subsidios (electricidad) o ajustas el gasto público hacia mantener un superávit que reduzca la deuda completa. ¿Cuál sería el nivel ideal?

No lo dicen, pero la respuesta es digna de ser considerada en los análisis que realiza Alberto Gómez en Banamex durante las reuniones de economistas a las que convoca mensualmente.

El dato más crudo de los contenidos en el informe es el siguiente: la inversión extranjera directa llegará a 22 mil 400 millones de pesos este año y no alcanza para fondear el déficit de la cuenta corriente, los flujos de inversión de portafolio cayeron de 28 mil millones de dólares el año pasado a 6 mil 600 millones estimados este año. Una parte puede ser la devaluación, pues ha sido de 25% de 2015 a la fecha, pero descontando salidas,  el flujo neto de inversión en portafolios (Bolsa y deudas, lo mismo que ETF’s) es de sólo 600 millones de dólares, en contraste con los promedios anuales de seis mil 200 millones de dólares que se tenían a finales de 2012.  ¿Y cómo se cubren? … ¡pidiendo tasa!

DE FONDOS A FONDO

#DeTransparencia. Ahora que la presidente del Inai, Ximena Puente, se está postulando en serio para Fiscal Anticorrupción, una verificada de cómo opera la transparencia en México en sus narices, le daría una dosis de cautela.

Andan circulando por ahí las cartas que mandaron Delta y Aeroméxico a las aerolíneas elegibles para los ocho pares de slots en el AICM, que le ordenó la Cofece, que preside Alejandra Palacios, de poner a disposición del mercado como condición para proceder a la concentración. Lo raro, dice que no son de “disposición comercial”... ¿O sea? ¿Se los regalo a quien quiero?

La resolución está tan tachada que sólo se entiende que estarán a disposición ocho pares de slots en el AICM, entre las 7:00 y las 22:50 horas, pero no se puede entender a quién está dirigido el proceso y cómo se realizará la adjudicación. La carta sólo dice que si le interesa al destinatario una cesión no onerosa, mande una carta antes del 23 de diciembre.

El referente natural para conocer más detalles se encuentra en el Anexo de la resolución a la CNT-050-2015, en la que la Cofece estableció las condiciones que tendrían que aceptar los notificantes para efecto de poder proceder a la integración solicitada, pero también la versión pública resulta ilegible por haber sido eliminada la información “supuestamente confidencial”. Bueno, habrá que esperar a febrero para saber cómo queda la resolución final del mercado de slots que emitirá la Cofece, porque esa fecha si la reveló ayer la presidenta del organismo. ¡Que diferencia con el DOT! Cualquiera se puede enterar y entender sus términos o inconformar abiertamente, pero aquí… puro tachoncito.  

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