Coparmex, por subir salario mínimo; acaban los pretextos

La primera gran reacción empresarial a favor de elevar el salario mínimo lo dio el organismo del que no se hubiera creído que estuviera a favor: la Coparmex.

La Confederación Patronal de la República Mexicana hizo una consulta nacional entre todos sus agremiados y, para sorpresa de muchos, pero también para beneplácito de una acción de justicia laboral, los empresarios piden elevar el salario mínimo a por lo menos la línea de bienestar establecida por el Coneval.

La elevación del mínimo lo ven más como un tema de justicia social y dinamismo del mercado interno, que como efecto inflacionario.

Parece mentira, pero los siete millones de trabajadores que ganan un salario mínimo ni siquiera acceden a la línea de bienestar establecida por el Coneval, en la cual se puede consumir una canasta básica de alimentos y servicios básicos.

LLEVARLO DE 76.04 A  89.35 PESOS

El salario mínimo actual es de 76.04 pesos diarios. La Coparmex hace suya varias propuestas de otros organismos y economistas, con lo cual el salario mínimo para alcanzar la línea de bienestar tendría que elevarse a 89.35 pesos.

Pero la Coparmex, presidida por Gustavo de Hoyos, planea el aumento de manera razonada, que sea nominal, es decir en pesos, para evitar el efecto “faro” de hacerla en porcentaje y que los sindicatos lo tomen como pretexto para elevar remuneraciones que son mucho más altas que el mínimo.

EMPRESARIOS DE COPARMEX NO LO VEN INFLACIONARIO

La propuesta de la Coparmex muestra que los empresarios sí soportan un aumento del salario mínimo, que no lo ven como un factor inflacionario ni de elevación de costos de producción.

Además, la propuesta de la Coparmex llega en un buen momento: antes de definir el salario mínimo del próximo año.

ÚLTIMA PALABRA LA TIENEN CONASAMI Y TRABAJO

La definición recaerá en la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami), que lamentablemente este año pudo haber elevado el salario mínimo, pero se mantuvo bajo la lógica de choque estabilizador: utilizando al salario como un ancla, cuando a todas luces lo que se necesita es que el trabajador de verdad tenga una remuneración formal, que le alcance para una canasta básica de alimentos y servicios y sea un factor de dinamismo del mercado interno.

La Conasami y la Secretaría de Trabajo están en un momento inmejorable para reencauzar su postura sobre el salario mínimo. El salario mínimo ya se liberó de ser referencia de multas, sanciones e hipotecas. El pretexto de que los empresarios no querían se está derrumbando con la Coparmex.

El pretexto de que es inflacionario, no se daría si los salarios contractuales siguen negociándose bajo otra lógica. La Conasami y la Secretaría del Trabajo del gobierno de Peña Nieto tienen la palabra. Los pretextos se agotan.

HACIENDA Y PEMEX, AHORA EN LONDRES

El secretario de Hacienda, José Antonio Meade, y el director de Pemex, José Antonio González Anaya, hacen otra visita a los centros neurálgicos de los mercados. Lo hicieron en Nueva York, y el día de hoy estarán en Londres.

Ahí en la City detallan a inversionistas el compromiso de México con las finanzas públicas, enviando un mensaje de verdad importante frente a la incertidumbre de la llegada de Trump a la Casa Blanca. Meade y González Anaya recordarán a inversionistas que tanto Hacienda como Pemex van por superávit primario, en un esfuerzo de ajuste en el gasto.

El mensaje es importante: habla de no endeudarse de más, ni salir a los mercados a financiarse contando con una posición financiera más sólida. Hacienda y Pemex van en el mismo barco, pues las finanzas públicas descansan en una tercera parte en la petrolera. El apoyo entre una y otra tranquiliza a inversionistas. Hoy Meade y González Anaya lo dejarán en claro en Londres.