José Manuel Suárez-Mier

José Manuel Suárez-Mier

José Manuel Suárez-Mier

25 Nov, 2016

Plan B, seguridad nacional

Contra la aparente complacencia del gobierno de México que el próximo gobierno de EU será racional y se podrá negociar con él, los primeros nombramientos que se han hecho en el área de seguridad nacional apuntan  en el sentido opuesto, por lo que es urgente que México explore políticas alternas a las seguidas hasta hoy. El general retirado Michael Flynn será el asesor presidencial en seguridad nacional, puesto de enorme importancia en la Casa Blanca donde se coordina a los principales miembros del gabinete. Por este puesto han pasado Henry Kissinger y Condoleezza Rice que luego serían secretarios de Estado.

El general Flynn dijo en agosto que “países que se sabe apoyan a los terroristas del islam radical están haciendo tratos con los cárteles mexicanos para acceder a las rutas de contrabando humano que conducen a EU,” afirmando que había visto fotos de la patrulla fronteriza de letreros en árabe en las sendas citadas.

Más preocupante es que Flynn hizo tales declaraciones, para las que no ofreció evidencia, a Breitbart News, sitio cibernético de derecha extrema conocido no por acreditar noticias sino por inventarlas, en un entorno misógino, xenófobo y cuyo director, Stephen Bannon, será estratega en jefe y asesor de Trump.

Si no bastara con estas designaciones poco propicias para una buena relación bilateral en seguridad nacional, hay que sumarle las del senador por Alabama Jeff Sessions como procurador General de Justicia y del congresista de Kansas Mike Pompeo como director de la CIA, ambos con agendas extremistas de derecha.

Sessions es un racista y furioso antiinmigrantes que votó siempre en contra de los proyectos de ley que intentaron reformar el desastre que tiene EU en la materia. Él le atribuye a la inmigración legal el estancamiento en los salarios en su país, contra todo análisis económico, y ha tratado de criminalizar a los indocumentados.

El Departamento de Justicia (DoJ) tiene enormes facultades, más allá de hacer cumplir leyes federales, pues es responsable de todos los asuntos legales del gobierno, define la aplicación de las leyes antimonopolios, sobre el medio ambiente y derechos civiles, al tiempo que asesora al Presidente para nominar jueces.

La Oficina del Consejero Legal del DoJ determina qué poderes puede ejercer el Presidente aún sin la aprobación del Congreso mientras que su Oficina del Fiscal General define qué casos apelará el gobierno ante la Suprema Corte. Del DoJ dependen el FBI y la DEA lo que resultará en un choque con los 30 estados que legalizaron de alguna forma la mariguana.

Pompeo, ahora nombrado espía—en—jefe, es miembro de la facción radical de derecha Tea Party, y ha sido uno de los más furibundos enemigos de los migrantes desde que llegó al Congreso en 2010, al oponerse a toda reforma para legalizar indocumentados y excarcelar a los que no hayan delinquido. Apoya “sellar la frontera con México.” Aun no confirmado, está el rumor que el iracundo sheriff negro David Clarke de Milwaukee, Wisconsin, es el puntero de Trump para dirigir el Departamento de Seguridad Doméstica que agrupa, entre otras agencias, Inmigración, Aduanas y Protección Fronteriza. Sin experiencia internacional, es una fanático defensor de la “ley y el orden” por los medios que sea y sin reparar en derechos humanos de nadie.

No tengo duda de que este grupo radical de ignorantes xenófobos y racistas, intentará un endurecimiento brutal de la relación con México en seguridad nacional por lo que hay que prepararse para responderles en especie: no tienen idea de los beneficios para su país de la estrecha cooperación bilateral que se ha dado en los últimos tres lustros ni del grave daño que implicaría para ellos que México “les bajara el switch.”

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