Salo Grabinsky

Del verbo emprender

Salo Grabinsky

26 Nov, 2016

“¿Y el TLC, apá?”

Seguimos un poco turulatos por el trágico golpe de timón de las pasadas elecciones. Estamos asimilando lentamente las nuevas tendencias, los hombres que van surgiendo en la próxima administración norteamericana y no se ven muy halagüeñas que digamos. Sin especificar nombres por ahora, los republicanos moderados van siendo descartados por ultra-conservadores duros, cuyos objetivos principales son frenar radicalmente la inmigración y deportar ilegales en forma masiva, regresar al pasado proteccionista, cerrado y aislacionista mediante endurecimiento o salida de diversos tratados de libre comercio y tal vez de la Organización Mundial de Comercio entre otros conceptos. También, buscar entre los extremistas xenófobos y racistas que apoyaron al nuevo Presidente a aquellos que den una cara externa menos radical, pero “aunque la mona se vista de seda..”. Una visión muy alarmante. Ya hubo víctimas que se alinearon al candidato, pero  los chutaron (el gobernador Christie que jugó un papel lamentable ya fue descartado por no alinearse), al grito de ¡“You are FIRED”!

Los primeros pasos de lo que se ve venir fueron la declaración de que el día después del 20 de enero empieza la renegociación del Tratado de Libre Comercio (TLC) con sus socios Canadá y México. El esquema es que van a sacarle el máximo provecho para agradar a los trabajadores que fueron afectados por cerrar las empresas en Oriente Medio y presionar a que muchas empresas regresen a Estados Unidos amén de fijar otras condiciones. Algunos especialistas dicen que el tiro va contra China específicamente. A los canadienses les va a ser bastante  leve, pero a nosotros no.

Por lo pronto, hay que estar tranquilos pero alertas y esperar el primer ramalazo.

Los hechos son de que el TLC ha sido benéfico para los tres países y los empleos relacionados con éste suman millones, pero eso no ha sido tomado en cuenta en la retórica y las promesas electoreras. Hay cautela en las empresas grandes en cuanto a planeación, presupuestos de venta o nuevas inversiones. Esa incertidumbre es nociva para todo y para nosotros en especial.

Si son ustedes exportadores directos, mientras no exista un problema concreto con los mecanismos del TLC sigan buscando ampliar su mercado exterior, no sólo con Estados Unidos y Canadá, sino poco a poco pero sistemáticamente con regiones cercanas del continente y los grandes bloques mundiales. La principal ventaja es, por lo pronto, la de tener precios atractivos y su experiencia en este rubro de comercio. La desventaja es que es un proceso a largo plazo y hay competidores. Es necesario avivarse.

Los que son subcontratistas de artículos a las exportadoras, o dan servicios, deben recabar toda la información posible de los planes de sus clientes y preparar nuevos productos y en áreas de interés en sus comunidades. Va a estar complicado averiguar sus planes y programar, pero urgente.

Los importadores van a tener que pelear precios y costos,con inventarios lógicos y cuidar su reserva estratégica  de divisas.

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