Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

26 Nov, 2016

El mito de los millennials

Ojeo una revista de negocios y ahí están, abro mi Twitter y aparecen en las notas y piezas periodísticas, me llegan estudios que aseguran comprenderlos, me refiero a los millennials. Una búsqueda en las noticias arroja: “Millennials quieren menos cargos y más formación y salarios”, otra “Los millennials no se conforman con un único empleo”, “Millennials buscan experiencias auténticas”, otra más se pregunta “¿Por qué los millennials son tan ansiosos?” aparece otra nota que habla de sus temores; “Robo de identidad, el gran temor de los millennials mexicanos”. En una rápida búsqueda el mundo, los interpreta, los juzga como ansiosos, identifica sus anhelos y supuestamente también sus miedos.

En alguna encuesta se identifica que los millennials están pensando en cambiarse de trabajo o que quieren trabajar para empresas que tienen un propósito social, en otra se dice que los millennials quieren una cultura corporativa más incluyente, una retroalimentación más constante, o exposición internacional. También está la encuesta de las mejores empresas de trabajo para los millennials.

Leyendo todos estos artículos, a lo largo del tiempo se va generando una imagen del mítico millennial, poco comprometido con las marcas, muy comprometido con las sustentabilidad y la dimensión social, poco leal a las empresas pero muy emprendedor, poco susceptible a las jerarquías pero en búsqueda de conexión, todo eso parece definir mucho pero sin mucha sustancia.

Busco en la millennial Wikipedia y me encuentro que las definiciones varían y van desde los nacidos hacia finales de los 70 y hasta mediados de los 90 y que se acuñó para hablar de aquellos que se graduaron de la prepa en los albores del nuevo milenio y cuya característica es que son narcisistas, pero también preocupados por su entorno, es decir, en los millennials cabe todo.

Poco a poco, en los últimos meses, voy llegando a la conclusión de que los millennials existen en la cabeza de la generación anterior y en realidad reflejan los anhelos de dicha generación, pero también sus miedos. Me parece que los millennials obedecen a la misma dinámica de choque y ajuste entre los jóvenes y las generaciones que los preceden.

Un ejemplo es la sociedad de los años sesenta del siglo pasado, los jóvenes parecían tener prisa por cambiar y sacudirse las pesadas jerarquías, eran comprometidos con las causas sociales y lo manifestaban, incluso se les iba la vida en ello, México 68, París o Praga para dar testimonio. Unos iban a las guerrillas, otros a las calles.

A través de la música se pueden sintetizar las diferencias generacionales que se van dando. Lo mismo que ocurre hoy pasaba ayer, mientras unos jóvenes escuchan Muse y The Killers, otros prefieren a Enrique Iglesias o Coldplay, antes unos jóvenes escuchaban a Julio Iglesias, por cierto papá de Enrique, y otros a Pink Floyd, la generación que los precedía se debatía entre Mercedes Benz de Janis Joplin o Break on Through de The Doors y Sor Ye Ye de Enrique Guzmán, si nos remontamos en el tiempo, Beethoven encarnaba el cambio generacional entre el siglo XVIII y el XIX. 

Los ejes de entendimiento en mi opinión tienen que ver con las herramientas tecnológicas que sí cambian la dinámica cultural y social, independientemente del grupo de edad, obvio los jóvenes son afectos a utilizar lo más nuevo de la tecnología y el choque se nota más. Además, en el caso de México, los jóvenes son muy distintos que sus contrapartes de Stanford, que son el millenial que todo el mundo usa como referente. El millennial mexicano, como cualquier ser humano, quiere ser significativo en la empresa para la que trabaja, quiere que le paguen bien, que lo traten bien, por cierto, cualquier mexicano tiene temor de que le roben la identidad. Dejemos de perseguir millennials o para el caso unicornios.

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