Alicia Salgado

Cuenta corriente

Alicia Salgado

28 Nov, 2016

Pemex: desafío de planificación económica

Garantizar el abasto de combustibles  es el principal desafío de  Pemex, de José Antonio González Anaya, más cuando tiene que hacerlo mediante la cesión parcial de su infraestructura de producción y logística. Veamos el caso de Pemex Transformación Industrial, que dirige Carlos Murrieta Cummings. Está enfrentado la peor caída de producción en la historia reciente. De enero a la fecha, la capacidad de refinación se redujo en 24% para gasolinas y 31 por ciento para diésel.

Esa reducción se ha sustituido con importaciones y, aunque hay polos industriales que de tanto en tanto no tienen asegurado el abasto (el caso de Querétaro), se advierte una reconversión para producir gasolinas de Ultra Bajo Azufre. Tres refinerías están funcionando al 80% de su capacidad, pero otras a menos de 50% de su capacidad. Hoy la gasolina, diesel y demás combustibles importados representan el 52% de la demanda nacional, explican un tercio del déficit de la balanza petrolera del país, una parte de la devaluación del peso y la presión inflacionaria de los energéticos.

La alternativa para hacer frente al reto de la transición, es que sea el sector privado quien importe primero y luego produzca refinados. Para enfrentar el desafío, se observa un proceso de asociación entre grupos privados. Además, el mercado de gasolinas, uno de los de mayor sensibilidad para el consumo y la industria, es objeto de investigación de la Cofece que preside Alejandra Palacios. No investiga a una empresa o un grupo, sino el mercado de gasolinas punta a punta.

Su análisis tiene por objeto coadyuvar para que México pase de monopolio a mercado, y este paso sea ordenado y no genere ni regulaciones ni prácticas de concentración ex ante, que pudieran minar la libertad de precio o limitar la oferta.

Vea el caso de G500. A finales del 2014, apenas iniciaba la vigencia de la reforma, Alejandro Caballero encabezó (algo similar están haciendo en Octan Fuel, de Gilberto Bravo u Gasored, de Roberto Díaz de León ) una plataforma a la que se pueden subir gasolinerías para obtener las ventajas del backoffice único.

Inició con 300 gasolinerías adheridas, luego firmó con BBVA Bancomer de Lalo Osuna, un acuerdo de crédito para reconvertir y modernizar las estaciones de servicio, y han firmado asociaciones punta apunta en el negocio de gasolinas. En la asamblea, computaron 1,810 gasolinerías.

Recordará que se asoció con Monterra Energy, que encabeza Arturo Vivar (que está construyendo ductos y terminales), se subió KKR, que en México es representada por Luis Téllez, para proveer de capital a la construcción de esa infraestructura, la semana pasada firmó el acuerdo de suministro de gasolinas importadas con Glencore que encabeza José Artigas, una de las empresas más grandes que comercializa materias primas y es uno de los principales importadores para Pemex.

Monterra Energy ya está avanzando en la construcción del poliducto de 18 pulgadas de diámetro con capacidad de transportar alrededor de 165 mil barriles por día de productos refinados, que incluye terminales de paso e instalaciones críticas de infraestructura para el transporte de refinados importados desde el puerto de Tuxpan, Veracruz, hasta cerca de Tula, Hidalgo y, el principal comprador de este ducto es justamente G500. ¿En qué ha acertado? En conformar una cadena integrada, sin restar autonomía a los grupos regionales y a las propias gasolinerías. Porque con la asociación con el grupo suizo Glencore, es el principal importador de Pemex y uno de grandes proveedores mundiales de materias primas, quien conoce muy bien las necesidades de suministro del mercado mexicano, se podría aprovechar la temporada abierta que determinó la CRE para que una parte de la capacidad instalada de la red de logística del suministro y las más de 71 plantas de almacenamiento de Pemex puedan ser utilizadas por privados. En esa licitación como en el mercado, ganará quien pueda obtener mejores precios de importación y quien tenga la red de desplazamiento a consumidores mejor alineada con la regulación que establecen la CRE, que encabeza Guillermo García Alcocer y la Asean de Carlos de Regules. Pero más allá de ellos, si considera que el 71% de las cerca de 11 mil 400 gasolinerías que tiene el país son de propietario único, tomaron la decisión de irse agrupando por región y ahora sumarse a la plataforma G500, para asimilar el nuevo modelo de transformación industrial de Pemex, pues de mantenerse como su franquicia seguirían gozando de un margen de utilidad garantizado (3-5 por ciento).

También, tienen que lidiar con entender las nuevas reglas que están en proceso de construcción en el sector energía; ver hacia donde se va en materia de fijación de precio de las gasolinas a partir del 2017 (si será diferenciada por región o ciudad)  porque se adelantó la liberalización; con las  solicitudes de transporte de ductos, la renta del sistema de transporte terrestre; el sistema PASST de Seguridad e Higiene que también involucra a la STPS de Alfonso Navarrete Prida; y el tema de seguros y fianzas a gasolineros.

Por lo pronto, hay un avance. Entre miércoles y viernes, en sus reuniones con fondos, inversionistas bancos, tenedores de bonos, en Nueva York y Londres, tanto el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, como Pepe Toño González, observaron un cambio: ganaron parte del bono de credibilidad en los mercados pues más que el plan de negocios, la ejecución estricta del control de gastos y contención de la deuda en el balance de Pemex y en el balance público nacional, es lo que ha tranquilizado hasta a las calificadoras.

Ahora todo el foco del factor de incertidumbre está colocado en el 11 de enero, momento en el que se espera, se despejen todas las dudas en relación al futuro de la relación comercial con Estados Unidos, pero por lo pronto, platicar con BP fue clave para la diversificación de socios que está buscando la paraestatal.

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