Ángel Verdugo

Economía sin lágrimas

Ángel Verdugo

29 Nov, 2016

¿Cómo tantos pudieron ser seducidos por una ficción económica?

Los próximos años deberán servir para resolver el enigma siguiente: ¿cómo fue posible engañar a tantos, con esa aldea Potemkin que fue y es Cuba? ¿Cómo pudo, una burda ficción y una economía artificial como la cubana, seducir a tantos y llevarlos, en el colmo de la falta de honradez intelectual, a promover algo tan evidentemente inviable, como el mejor futuro al que la humanidad podría aspirar?

¿Falta de conocimientos económicos? ¿Ignorancia completa de la historia económica del mundo, y los cambios registrados desde 1945? ¿Corrección política llevada a extremos de insania? ¿Afán de quedar bien, diciendo únicamente lo que los nuevos dictadores cubanos estaban más que dispuestos a oír?

¿El deseo de quedar bien con aquéllos, para así obtener un prestigio más que dudoso, y la aceptación en círculos de poder en los cuales, de no ser por esa abyección mostrada ante el detentador cubano de todo poder, jamás podrían aspirar siquiera a entrar en ellos?

¿Qué pasó durante decenios, con una muy buena parte de la intelligentzia latinoamericana? ¿Por qué esa negación enfermiza de una realidad, no únicamente evidente sino ofensiva, tanto en materia de libertades como de la economía misma?

¿Por qué algunos tardaron tanto tiempo en decidirse a cortar por lo sano, y pintar su raya con una dictadura la cual, por su ferocidad y salvajismo en materia de respeto a los derechos más elementales del ser humano, es la peor que América Latina ha visto y padecido?

¿Qué pueden decir hoy en su descargo? ¿Que no sabían lo que en realidad pasaba en Cuba? ¿Y los placeres de los cuales disfrutaban en sus estancias literarias, los múltiples premios que recibían, y el orgullo que manifestaban y presumían, abiertamente, del honor de haber recibido del mismo comandante en persona, su saludo fraterno y combativo?

Hoy, cuando la realidad se hace presente, el ajuste de cuentas y la revisión crítica y autocrítica, es materia obligada. ¿Se atreverán? ¿Reconocerán que desde los años sesenta del siglo pasado, la economía cubana era una ficción, alimentada con los recursos soviéticos y del bloque de los países de Europa Oriental?

¿Reconocerán que cuando dichos recursos fueron cortados de tajo, y después de unos años de llevar a millones de cubanos a enfrentar lo inimaginable, tuvieron que recurrir a la aceptación de la prostitución de las hijas para comer, mientras que los hermanos dictadores y sus cercanos vivían en la más ofensiva opulencia?

¿Qué dirán de los tiempos que corren, cuando Chávez ya no está entre los vivos y Maduro, incapaz y corrupto a grado extremo, ya no puede enviarles lo que dio vida artificial a eso que llaman economía cubana?

Aun cuando llegaren a reconocer sus equívocos y conveniencias, puestos éstas y aquéllos por encima de la dignidad personal y la honradez intelectual, quedaría la pregunta: ¿Cómo y por qué tantos fueron seducidos por esa impostura (fingimiento o engaño con apariencia de verdad), del par de dictadores de los cuales, uno ya se fue?

Es obligada la respuesta porque, al conocerla y tenerla presente, evitaríamos quizá cometer el mismo error. Contestemos pues: ¿Qué, por qué y cómo pasó? ¿Responderán?

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