Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

30 Nov, 2016

Tiempo de inspirar desde la IP

El fin de semana, mientras caminaba por Valle de Bravo, alcancé a escuchar a una mujer matlatzinca que decía acongojada que a ver qué pasaba con Donald Trump, que ella tenía parientes en Estados Unidos; la mujer se lo decía a una citadina de las que tiene casa de fin de semana y que le compraba frutas, quien  asentía igual de acongojada. No son pocos los ejecutivos, empresarios y trabajadores que comparten con ambas mujeres el sentimiento de desconcierto, incertidumbre y congoja.

México anda necesitado de palabras de solidaridad; recordé las que dijo Jeffrey Immelt, CEO de GE, la noche del 4 de octubre en el alcázar del Castillo de Chapultepec. Fue muy contundente al decir que no permitirían que nadie hiciera bullying en contra de los mexicanos, en alusión clara a Donald Trump. Las palabras de Immelt fueron recibidas con un estruendoso aplauso. En ese mismo lugar en donde Immelt expresó su solidaridad, dice la historia oficial que un joven cadete tomó la bandera nacional para evitar que cayera en manos del enemigo invasor. Creo que nadie espera que alguien se envuelva en la bandera y se confronte con Trump, pero sí que está haciendo falta escuchar lo importante que es y ha sido México para muchas empresas. Un caso emblemático es el de Ford, en Estados Unidos. Por un lado, el bisnieto de Henry Ford y presidente del Consejo, Bill Ford así como Mark Fields el CEO, han defendido la decisión de trasladar la producción de autos compactos a México, sin embargo, Gabriel López, presidente de la compañía en México, prácticamente no ha dicho nada, entiendo que no es un tema de él y que las decisiones y posicionamiento se hacen desde EU, pero los tiempos están demandando agilidad y que la estructura matricial ceda el paso a una mayor autonomía que permita mandar un mensaje de confianza tanto a los trabajadores de Ford como a los consumidores mexicanos. El triunfo de Trump marca una nueva era y hace evidente la necesidad de comunicar desde otros lugares mucho más orgánicos. A este respecto platiqué la semana pasada con Richard
Edelman
, presidente de Edelman, y me parece útil reproducir algunas de sus reflexiones que pueden aportar claridad en un momento de confusión. De acuerdo con Edelman, la prioridad para un CEO mexicano debe de ser comunicar y ellos y sus compañías deben de ser rápidos, auténticos, genuinos y transparentes. Edelman menciona que una de las características de la campaña de Trump es que logró que millones de estadunidenses lo consideraran auténtico y genuino debido a que dichos seguidores no encuentran eco en los medios tradicionales y ya no se guían por los líderes de opinión del establishment, académicos, políticos, periodistas o incluso estrellas de rock. El asunto tiene que ver también con el papel que juegan las redes sociales que más bien se han convertido proveedoras de noticias, pero que a diferencia de los medios de comunicación tradicionales han engendrado algo que Edelman califica como un cáncer de la democracia que son las noticias falsas y ahí tanto Facebook como Google en su opinión tienen una responsabilidad debido a que para muchos el contenido hecho por medios profesionales y sitios falsos tienen una extraña equivalencia.

Edelman dice que las compañías tienen que contar sus propias historias y convertirse en sus propios medios que comunican de manera auténtica aunque tampoco recomienda abandonar los medios tradicionales, simplemente hay que estar en ambos lados.

Hasta ahora los líderes de negocios en México no lo han entendido del todo y muchos de ellos siguen escondidos detrás de sus voceros en momentos en los que se necesita que tomen el control de la narrativa de sus organizaciones. En mi opinión, algunos personajes que lo están haciendo como Gustavo de Hoyos, presidente de la Coparmex, han comunicado con sentido de oportunidad y utilizando las redes sociales y los medios más tradicionales. También creo que lo ha hecho Juan Pablo Castañón, presidente del Consejo Coordinador Empresarial, quien fue el primero en establecer una posición y una estrategia de negociación frente al arribo de Trump sin recurrir al catastrofismo o al pánico. Entre los ejecutivos y empresarios veo a algunos como
Alejandro Ramírez, de Cinépolis, y en su carácter de presidente del Consejo Mexicano de Negocios; Pedro Padierna, de Pepsico; Juan Pablo del Valle, de Mexichem y algunos otros, pero faltan muchos que tendrían que ser más activos e inspiradores en sus mensajes.

Le pregunté a Richard Edelman, quién como CEO, es un buen modelo de comunicación a lo que respondió que Howard Schultz, de Starbucks, y Paul Polman, de Unilever son un buen ejemplo. Le comenté que algunos líderes podrían ser catalogados como demasiado activos en sus posturas lo que puede conllevar a riesgos reputacionales como le ha ocurrido al propio Howard Schultz, que apoyó abiertamente a Hillary, a lo cual contestó que la responsabilidad de un líder es justo liderar y que éste no es el momento para acobardarse ya que hay que guiar desde enfrente, no desde atrás. Ojalá que más directores generales opten por asumir el riesgo reputacional y sentarse en el asiento del conductor en su comunicación hacia la sociedad, ávida de un discurso que ofrezca una opción al populismo que parece estar dando dividendos a figuras como la de Trump. No esperemos a hacerlo en México hasta 2018 cuando ya sea demasiado tarde.

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