José Yuste

Activo empresarial

José Yuste

2 Dic, 2016

Las razones de Agustín

Agustín Carstens ya fue gobernador del Banco de México, y transexenal. Ya fue secretario de Hacienda durante el sexenio pasado.

Tuvo a su cargo los dos puestos financieros más importantes del país. Es lógico que su crecimiento profesional sea en uno de los grandes puestos internacionales, como es la gerencia del Banco de Pagos Internacionales, donde han sido los mismos banqueros centrales quienes por decisión unánime lo han elegido para llevar las riendas del organismo.

CON GOBIERNO, DIFERENCIAS NO ROMPIMIENTO

Cuando Carstens argumenta que no hay problemas con el actual gobierno, tiene razón, aunque sabemos que sí han existido puntos de vista distintos.

Es natural: el mandato constitucional del Banco de México es resguardar el valor adquisitivo de la moneda, manteniendo la estabilidad y bajando la inflación. Y el gobierno siempre busca crecer un poco más.

Carstens sí advirtió del crecimiento de la deuda pública durante los tres primeros años de Peña Nieto. Tampoco se tentó el corazón cuando fue el momento de alzar las tasas de interés (este año ya llevamos dos puntos porcentuales arriba) con la intención de mantener baja la inflación. Y en privado pidió tener cautela para elevar el salario mínimo. Puntos de vista distintos sí hubo con el gobierno de Peña Nieto. Pero no distanciamiento.

El Presidente le tuvo deferencia. Los secretarios de Hacienda, primero Luis Videgaray, y después José Antonio Meade, mantuvieron una relación cordial con el gobernador del Banco de México. Incluso, recordemos que los secretarios de Hacienda van a las Juntas de Gobierno del Banco de México, donde tienen voz aunque no voto.

CARSTENS DEL FMI AL BIS

Carstens fue elegido gerente del Banco de Pagos Internacionales por los propios banqueros centrales, y nada menos en la votación estuvieron Janet Yellen, presidenta de la Reserva Federal de EU, y Mario Draghi, banquero central europeo, entre otros.

Carstens sustituiría a Jaime Caruana, quien fuera el banquero central de España, y llegaría a la gerencia del Consejo de Administración del Banco de Pagos Internacionales para octubre de 2017.

Carstens fue conocido internacionalmente cuando en el 2011 hizo un road show para ser el primer director gerente del FMI que no fuera europeo. Obviamente, los europeos volvieron a ganar, pero Carstens tuvo posicionamiento internacional.

El Banco de Pagos Internacionales, BPI o BIS, es una institución que recibe cuotas de todos ellos, pero sobre todo donde se generan las nuevas reglamentaciones y recomendaciones de política monetaria para mantener la estabilidad. Con su sede en Basilea, Suiza, es el banco de última instancia de bancos centrales.

En otras palabras, es el sueño dorado de un banquero central. Agustín va para allá.

SOPORTARÁ ALZA DE FED Y LLEGADA DE TRUMP

¿Deja el barco en medio de la tormenta? Es cierto que viene el periodo de huracanes. Alzas de tasas de interés por parte de la Reserva Federal y la entrada de Donald Trump a la Casa Blanca.

Sin embargo, Carstens va a estar aquí durante este primer periodo de alta turbulencia. Se considera que la Reserva Federal elevará tasas este diciembre y Trump entrará a gobernar el 20 de enero. Ambos eventos sí le tocarán a Carstens.

NOMBRES PARA SUCEDERLO: MEADE, VIDEGARAY, SUBGOBERNADORES

Carstens tiene gran reconocimiento de los mercados financieros de ser un economista serio, que no se endeuda, y que sí va a preservar el valor adquisitivo de la moneda. Para sucederlo ya habrá varios nombres. ¿Quiénes tendrían la posibilidad de hacerlo?

Lo podría suceder el secretario de Hacienda, José Antonio Meade. Recordemos que los anteriores banqueros centrales han sido secretarios de Hacienda, pues tienen una experiencia probada y credibilidad para los inversionistas. Así fue con Guillermo Ortiz y ahora con Agustín Carstens.

Hay quien pone en esa bolsa a quien fue secretario de Hacienda, Luis Videgaray. Desde luego es una posibilidad.

El presidente Peña Nieto deberá enviar su propuesta de nuevo gobernador del Banco de México, y será el Senado quien lo apruebe.

Incluso dentro de los nombres para suceder a Carstens también están los propios subgobernadores del instituto central, como Manuel Ramos Francia, Roberto del Cueto, Javier Guzmán Calafell, y desde enero Alejandro Díaz de León, quien sustituirá a Manuel Sánchez.

De que afecta la salida de Agustín Carstens, sin duda. Es alguien con credibilidad nacional e internacional, pero enfrentará la primera etapa de la turbulencia con la llegada de Trump y el alza de tasas de la Fed. Además, el Banco de México tiene fortaleza institucional, y la deberá probar.

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