Renuncia de Carstens: más leña al fuego

Ahora sí que éramos muchos y parió la abuela. Aunque Agustín Carstens había negado el rumor de que dejaría Banxico para irse como gerente del Banco Internacional de Pagos (BIS, por sus siglas en inglés), ayer confirmó su salida y cimbró al mercado.

Carstens negó que se esté bajando del barco en medio de la tormenta, porque está anunciado su salida con siete meses de anticipación. Aunque lo niegue, lo que está haciendo es bajarse del barco y renunciar en medio de grandes presiones inflacionarias por la gran incertidumbre en los mercados tanto por el triunfo de Donald Trump, como por el inicio de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, y las presiones alcistas en las tasas de interés en México y Estados Unidos. El miércoles 14 de diciembre, la Fed seguramente subirá las tasas de interés en Estados Unidos, y el Banco de México tendrá que definir al día siguiente si vuelve a subirlas en el país o se espera hasta 2017 para intervenir.

Carstens se va en medio de fuertes rumores de un enfrentamiento con el gobierno federal sobre el manejo de la economía, ante el crecimiento de la deuda y del déficit público. Se habla también de diferencias con José Antonio Meade, el secretario de Hacienda, quien se ha resistido a bajar la meta de crecimiento del PIB para 2017, mientras que Banxico ya la redujo a un rango de 1.5% a 2.5 por ciento.

En cuanto se confirmó su renuncia, el peso retrocedió 20 centavos frente al dólar a pesar del acuerdo en la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) para disminuir la producción petrolera, que generó un gran optimismo el miércoles. Ayer, el dólar volvió a superar la barrera de los 21 pesos al menudeo y cerró en el interbancario en 20.75 pesos.

PEÑA NIETO DEBE NOMBRAR PRONTO A SUCESOR

Ojalá que el presidente Peña Nieto entienda que está en sus manos terminar con la incertidumbre que generó la salida de Carstens, apresurándose a nombrar a su sucesor. El reto es que debe generar confianza entre los inversionistas no sólo por su perfil, sino también porque no se le considere un incondicional del gobierno y se fortalezca la autonomía del Banco Central.

Desde luego inició ayer mismo la especulación con posibles candidatos: desde el exsecretario de Hacienda, Luis Videgaray, hasta el actual secretario general de la OCDE, José Ángel Gurría, y el actual titular de Hacienda, José Antonio Meade, quien definitivamente tendría que renunciar a sus aspiraciones presidenciales.

Al respecto un análisis de Citibanamex, que especula con varios nombres, señala la probabilidad de que el presidente Peña Nieto envié al Congreso una solicitud de reforma a la Ley del Banco de México para eliminar el requisito de que para ser gobernador de Banxico se requiere no tener más de 65 años, lo que abriría la puerta a Gurría y a otros posibles candidatos; y no ser mexicano de nacimiento, como sería el caso de Alejandro Werner, exsubsecretario de Hacienda y actual director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional.

SUBE EL SALARIO MÍNIMO A 80.04 PESOS

Inusitado y positivo el acuerdo en fast track que se alcanzó ayer en la Conasami para elevar el salario mínimo con un incremento general de 3.9%, que es el que servirá de referencia o piso para las negociaciones contractuales en 2017, y un monto independiente de recuperación de cuatro pesos, para contribuir a la recuperación del poder adquisitivo del salario.

Parecía que el acuerdo no se alcanzaría y menos tan rápido porque en el interior del CCE se generó una gran molestia por la propuesta unilateral que hizo Gustavo de Hoyos, presidente de la Coparmex, para elevar el mínimo a 89.35 pesos diarios, que es la línea de bienestar establecida por el Coneval.

El problema es que Gustavo de Hoyos hizo el típico madruguete y generó presiones por parte de la CTM de un aumento de una vez a 100 pesos, que sí hubiera generado presiones inflacionarias.

Juan Pablo Castañón, presidente del CCE, hizo malabares para que se alcanzara ayer el acuerdo en tiempo récord que introduce el concepto del monto independiente de recuperación y abre la puerta para un nuevo incremento nominal en 2017. De hecho, Gustavo de Hoyos informó ayer que Coparmex seguirá insistiendo en su propuesta de elevar el mínimo antes de que concluya 2017 a 89.35 pesos, aunque dependerá de la evolución de la inflación.