México tiene que estar preparado para lo que viene

México tiene que estar preparado para responder a las acciones que le plantée Donald Trump a partir de que tome posesión el próximo 20 de enero, porque como ya dijo el republicano, que de inmediato nos comunicaría los cambios que quiera hacerle al TLCAN, que tan bien nos ha servido, pero posiblemente que quiere más, a juzgar por sus duras declaraciones del jueves pasado.

Los mexicanos tenemos muy poco tiempo para idear y organizar los complementos al programa de gobierno y de país, que nos permitan dar respuestas precisas a las posibles insistencias de Trump y su ambiciosa política comercial.

Es preciso que los gobiernos federal y estatales actúen coordinadamente, preparando acciones que podrían iniciar desde la primera mitad del 2017, una vez que tengamos claro cuál es el panorama que necesitamos atender, por los planteamientos de Trump y su equipo de gobierno.

A pesar de que México es uno de los países que más tratados de libre comercio tiene en el mundo, su economía es una de las más concentradas y calificadas, de acuerdo con los datos de Pro México. En total, son 10 los tratados vigentes que tiene México, que abarcan 45 países, cuyas economías equivalen al 60 por ciento del PIB mundial. Sin embargo, EU es su principal socio, al que se le canalizó el 79 por ciento de las exportaciones mexicanas en 2014, concentrándose todavía más en 2015, cuando se le exportó el 81 por ciento del total.

Es recomendable también promover en México programas y acciones que contemplen la utilización de la mano de obra productiva y calificada, que retorne de Estados Unidos, y pueda participar en la construcción de infraestructura como represas así como caminos rurales y carreteras. Tendrían la adicional ventaja de permitirnos generar empleos por ser mano de obra calificada, al reintegrarse nuestros paisanos que regresen de EU.

Con respecto a la posibilidad de proteger y promover aún más las remesas que constituyen una fuente importante del ahorro de nuestros compatriotas en el exterior, la entidad encargada de instrumentar nuestras instrucciones estará pendiente de los movimientos que se requerirán en el futuro.

 El presidente mexicano Peña Nieto convocó a la unidad en el marco del Consejo Político Nacional del fin de semana pasado, exhortándonos a la unidad nacional por México; una convocatoria que dé cabida y atención a toda la infraestructura social del país, para impulsar el consumo de productos nacionales, para hacer crecer nuestra economía y beneficiar a los segmentos más débiles, a saber: pequeños productores, artesanos y comerciantes.

Lo anterior, porque el sentimiento que hoy prevalece en la gran mayoría de los mexicanos, es de confusión y duda. A pesar de ello, hay una coincidencia en México, de que es preciso actuar con habilidad y rapidez, si queremos sortear o salir menos raspados, frente a la secuela de acoso, presión y maltrato que se avecina, a juzgar por las palabras recientes del presidente electo Trump. El gobierno de México, sin duda, ya debe estar preparado para lo que viene; con indicaciones precisas, sobre lo que nos conviene hacer y lo que deberíamos evitar.

México tiene muchas alianzas institucionales en el exterior, una es la Dra. Alicia Bárcena, secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL). Ella sostiene que en la actual coyuntura, México debe mirar hacia otros mercados, como los de América Latina, Europa y el Caribe, ante la sobrada dependencia económica que tiene México con Estados Unidos, y su actual incertidumbre.

“Quizás, la alianza más relevante a construir, en los meses por venir, es entre Brasil y México”, según la secretaria general. “Es una alianza que siempre ha quedado en el tintero. Si México y Brasil se sentaran a hablar y existiera una convergencia entre el grupo Mercosur y el de la Alianza del Pacífico, podría ser un primer paso”, dijo.

*Economista

Twitter: @acanovelez