¿Cómo explicarlo?

El nombramiento de Rex Tillerson como secretario de Estado de Estados Unidos sólo puede ser visto como un durísimo golpe de realidad para todos aquellos que han realizado, según ellos, muy sesudos análisis y elucubraciones en las que siempre Donald Trump es un xenófobo, odia a los mexicanos, enemigo del libre comercio, peligro para el mundo y quién sabe cuántos más infundados etcéteras.

Según los inútiles derramamientos de saliva, tinta y caracteres, el Presidente electo de Estados Unidos es una suerte de enemigo de la civilización occidental y, en particular, de los mexicanos. No faltan quienes, en su desinformada opinión, le caracterizan como un Hitler y a los mexicanos como judíos antes de la noche de los cristales rotos.

Trump es un muy exitoso hombre de negocios que llegó a la Presidencia del país más poderoso del mundo porque dejó atrás el discurso hipócrita que está de moda entre las élites políticas e intelectuales del país.

Le habló directamente a una clase trabajadora y no a las élites del poder, pero con respeto, no como nuestros populistas locales que se quieren ver a sí mismos como una suerte de Dios que promueve la mendicidad y la inutilidad. El discurso de Trump no habla de dádivas sino de hacer grande a América con el concurso de todos y no por un acto de divinidad.

MENTIRAS

Entre las mentiras más comunes que se han dicho sobre Trump, destaca que se le ve como un tipo inculto y torpe. Siempre hablando desde una superioridad moral que se arrogan para tapar su fatuidad, tratan de descalificar al Presidente electo de Estados Unidos.

El gobierno mexicano y una buena parte de los que se autonombran líderes de opinión han utilizado frases como ésta al referirse al Presidente electo de Estados Unidos y sus políticas: le tienen que explicar, seguramente no sabe, que lo que propone causaría más daño a Estados Unidos y hasta inventaron los trumpanomics, tratando de hacer un símil a una burla cuando no puede discutirse en contra del éxito económico.

Con esa hipersensibilidad que tanto estorba a los mexicanos, hay quienes juegan al Juan Escutia y otros más, como los senadores del PRD y ciertos legisladores del PAN, a la estupidez pura, como si tuvieran capacidad e inteligencia para entrar a una guerra comercial o de cualquier tipo con nuestro principal socio comercial.

El nombramiento de quien fuera presidente ejecutivo de Exxon-Mobil es, sin lugar a dudas, una muestra de que el gabinete de Trump se está integrando por una buena cantidad de exmilitares y hombres de negocios (que, en el fondo, las estrategias no son tan diferentes como lo ha demostrado el historiador Robert Greene), sino también que entiende muy claro cuáles son las fortalezas de su país con respecto al mundo.

Tillerson fue una parte fundamental en la decisión de la empresa que encabezaba para que invirtiera, junto con la francesa Total, en participar en la licitación de la ronda 1.4, en la que comprometieron una inversión por más de seis mil 600 millones de dólares. Claramente se trata de un hombre que entiende las posibilidades de desarrollo de México, luego de las reformas estructurales.

HECHOS

Cuando los dizque expertos tratan de juzgar a Trump como un loco porque anunció su intención de renegociar el TLCAN y que incluso estaba dispuesto a cancelarlo si no encontraba mayores ventajas para su nación, hubo quienes creyeron que era falta de visión cuando, en realidad, es lo contrario.

México no sólo ha sido el más ganador con el acuerdo comercial, sino que tiene una gran dependencia comercial con Estados Unidos, al que le vende poco más de 80% de sus exportaciones.

No se requiere ser un genio de los negocios para ver con claridad que ellos están en una posición de fortaleza y la utilizarán para obtener mayores beneficios en favor de ellos. Aquí no valen las posiciones sentimentales del crecimiento regional o la tontería, ampliamente extendida, en el sentido de que Estados Unidos debe cargar con México como si fuera una colonia o un vecino minusválido. Ya bastante hacen con cargar con los millones de ilegales que viven en su país y generan no sólo graves problemas sociales sino de inseguridad.

Si se realiza un análisis detallado de Trump, ya no sólo como candidato sino como Presidente electo, queda claro que, atrás de posiciones atronadoras espanta tarugos, encontrará un hombre que, sin duda, generará una fuerte expansión en su país y que tiene una visión clara sobre el comercio mundial.