Nadie tiene idea

Ayer le informé en esta columna sobre lo complicado que es calcular cuánto costará la gasolina el primero de enero, puesto que se trata de un proceso inédito en el mundo en el cual hay demasiadas incógnitas que sólo se resolverán después del primero de enero.

La pregunta más común está equivocada. ¿Cuánto costará la gasolina a partir del primero de enero?

La primera respuesta debe ser: depende. En el norte del país la Comisión Reguladora de Energía será el primer lugar donde se liberen los precios y establecerá un calendario de liberación antes de que termine el año. En el resto del país el precio será fijado por la Secretaría de Hacienda en tanto no sea liberado.

Para hacer un análisis lo primero que debe sacudirse de la cabeza es la idea que se construyó durante casi 80 años de un solo precio fijo para todo el país, sin importar las condiciones de mercado como el costo de transporte, almacenamiento y factores de mercado.

Gracias a la Reforma Energética se acaba esta aberración en la cual si el costo subía era cubierto por el erario sin afectar los hábitos de consumo. En México no es común que se decida la compra de cierto tipo de vehículo o su uso por su consumo de combustible.

ESPECULACIONES

El hecho es que nadie tiene una idea clara de cuál será el precio de la gasolina y cualquier cosa que se diga sólo debe establecerse como una aproximación que muchas veces está influida por intereses particulares.

Entre los distribuidores de gasolina hay cualquier cantidad de números. La Asociación de Propietarios de Gasolinerías de Tijuana dice que el aumento será de 21%; Onexpo cree que será 15%; la Asociación Mexicana de Empresarios Gasolineros, 8.5%; la Asociación Proveedora y Distribuidora de Combustibles de Sinaloa, 8 por ciento.

Entre los análisis de los grupos financieros y analistas también hay una gran dispersión. Finamex habla de un rango de entre 6 y 14%, el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, de entre 10 y 14%. En ambos casos parecería que se dan un margen muy grande para atinarle al precio. La Comisión Federal de Competencia Económica, que no se ha comportado como un organismo creíble, dice que será de 10% el aumento.

A diferencia de Citibanamex que estima un aumento de 10% en el precio de la gasolina, BBVA Bancomer y HSBC han decidido tomar una posición mucho más prudente y no especular, ya que en ambos casos no comprometen un número, sino que el primero estima que los precios podrán subir mientras se instalan nuevas empresas y aumenta la oferta.

En el segundo caso establecen que la liberalización del precio tenderá a disminuir el precio y generar un menor impacto en la inflación.

En este punto es imposible prever lo que sucederá con el precio de la gasolina por lo que especular no parece ser la mejor de las alternativas. La Secretaría de Hacienda seguirá teniendo gran importancia en la formación de precios puesto que en aquellos lugares donde no haya condiciones de competencia los deberá fijar bajo un nuevo entorno presupuestal.

ABONOS FÁCILES

La rectificación que hizo el Departamento de Transporte de Estados Unidos en torno a la intención de Delta y Aeroméxico de aliarse sólo puede ser interpretada como menos mala que la previa.

Básicamente establecen que será en dos fases. Tendrán que liberar primero diez slots y si los competidores prueban que hay saturación, pues entonces se tendrían que dejar los otros 14 slots.

Ambas empresas se encuentran en proceso de análisis de estos cambios a la resolución, pero sin lugar a dudas habrá que esperar reacciones que no se encontrarán en la línea de la felicidad. También habrá que esperar las reacciones de los sindicatos que no han mostrado una gran inteligencia.

FUERTE AUMENTO

Si alguien dudaba que los miembros de la junta de gobierno de Banco de México estaban comprometidos con mantener la inflación baja, ayer se volvió a disipar la duda con la decisión de aumentar 50 puntos base la tasa de interés de referencia a un día con lo que llegó a 5.75 por ciento.

Al analizar el comunicado queda claro que siguen preocupados por la contaminación de las expectativas inflacionarias, ya sea por la depreciación del peso o la incertidumbre que podría acarrear el gobierno de Donald Trump.

De hecho, establecen que la inflación se ubicará el año próximo por arriba de 3%, pero por debajo del intervalo máximo, es decir, no queda duda de que Banco de México hará todo lo que esté en su mano para mantener la inflación bajo control.