Jesús Alberto Cano

Colegio Nacional de Economistas

Jesús Alberto Cano

19 Dic, 2016

La Fed y el Banco de México, cada uno en su esfera, luchan contra la inestabilidad financiera mundial

Desde diciembre de 2015, hasta finales de diciembre del año en curso, 2016, México ha vivido seis (seis) elevaciones en las tasas de fondeo de su banco central, el Banco de México, que han afectado en buena medida el tipo de cambio del peso y mejorado la economía nacional, lo que está permitiendo enfrentar los vaivenes de la economía especulativa internacional.  

Dichos ajustes también fueron acompañados por una elevación en las tasas de interés de referencia de la Reserva Federal de Estados Unidos, que es el banco central de dicho país, moviendo la paridad y elevando significativamente el valor de su moneda, el dólar.

De esta manera, hoy tenemos en el país el nivel más alto de tasas de fondeo del banco central desde el mes de abril 2009, por decisión de su Junta de Gobierno. El propio Banco de México explicó los ajustes, en el sentido de fortalecer la generación de empleos, atenuando la inestabilidad financiera y estabilizando la paridad del peso.

¿Por qué subió la tasa? Para contrarrestar las presiones inflacionarias. Para ayudar a que la inflación converja a 3% y, finalmente, para contener una mayor depreciación cambiaria del peso mexicano.

Lo anterior se empezó a sentir en los últimos meses, en parte por el impresionante poderío de la moneda estadunidense, cuyo valor creciente ha venido depreciando el valor de nuestro peso, en términos de su valor de intercambio, después de meses de extraordinaria estabilidad en los precios internos y en el valor del peso en términos del dólar.

La misión primaria del Banco de México, como banco central, es la de proteger la capacidad adquisitiva de nuestro peso y evitar que surja una espiral inflacionaria en el país, igual que lo hace la Reserva Federal en EU, con su moneda.

La presidenta de dicho banco central anunció en junio pasado que ella y su Comité de Mercado Abierto preveían que la Fed podría subir sus tasas internas de interés unas tres veces más antes de que termine 2017, consecuencia de la inestabilidad monetaria internacional.

La percepción de los expertos es que, por las presiones inflacionarias y la inestabilidad monetaria en el mundo, no prevén que logren tener resuelto ese asunto en una fecha cercana, o sea, antes de que concluya el año que entra.

Además, la política fiscal de ingreso y gasto gubernamental, por influencia de Trump y sus planteamientos, ha puesto en calidad de halcón furibundo a la presidenta de la Reserva Federal, Janet Yellen.

Por otra parte, el Estado mexicano está muy atento para aplicar políticas monetarias y fiscales que puedan ser de utilidad, para promover el crecimiento económico en México.

En ese sentido, un caso de particular importancia para México es el programa para aplicar inversiones en las Zonas Económicas Especiales, al sureste de México, donde se están promoviendo programas de inversiones masivas, para fortalecer esas economías y su capacidad de generar empleos y producción. Al momento, hay ya 48 proyectos, de los cuales 16 tienen un gran avance, según el coordinador de ese ambicioso proyecto federal, Gerardo Gutiérrez Candiani, importante promotor y líder del sector privado.

Otro proyecto, casi maduro y que está por acelerarse, se trata del magno proyecto del moderno Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, que ya inició y que durante la siguiente década estará generando abundantes empleos para la mano de obra que se captará de diferentes partes del país, incluyendo la capacitada, que está retornando de Estados Unidos, por decisión unilateral del próximo presidente Donald Trump, que ha decidido sacar de su país a los indocumentados latinos, muchos de los cuales son mexicanos.

*Economista

Twitter: @acanovelez

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