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Ciudad de México.- La dinámica de nuestra sociedad tiene algunos vacíos que a veces a las personas les toca llenar por iniciativa propia.
Los bancos de tiempo son un ejemplo de ello.
¿Cómo obtener más sin necesidad de dinero? Es un problema recurrente. A veces no contamos con el capital suficiente para pagar un servicio, pero podemos hacerlo de otra forma y, es entonces, cuando los bancos de tiempo entran en acción.
De acuerdo con el sitio bdtonline, “un banco de tiempo es una herramienta con la cual un grupo de personas puede crear una alternativa económica social. En él se intercambian habilidades entre los miembros sin utilizar dinero, sólo se contabilizan las horas de servicio prestado y recibido”.
La idea es que se haga un intercambio de habilidades por servicios bajo el principio de igualdad y justicia, donde la única moneda de cambio es nuestro tiempo”.
A raíz de las recientes crisis económicas, países como España, Italia, Argentina y Estados Unidos comenzaron a adoptar el modelo de los bancos de tiempo como un paliativo a sus dificultades. En este sentido, en los países donde el modelo ha tenido éxito es en aquellos en los que el desempleo reina.
En el caso de México, a pesar de que cuenta con una economía estable, las ofertas en bancos de tiempo han comenzado a surgir, sobre todo en Guadalajara y Sinaloa.
Sin embargo, no son un modelo nuevo. De acuerdo con una investigación realizada por la Universidad de Sonora, “la primera idea considerada como antecedente de los bancos de tiempo surge con Josiah Warren, en 1827, cuando adopta la teoría del valor-trabajo, que dice que el valor de un producto es la suma de los esfuerzos realizados para elaborarlo o adquirirlo… Warren resumió esta posición el a frase ‘el coste es el límite del precio’. Sostuvo que igual cantidad de trabajo debería recibir igual compensación material”.
Así, los bancos de tiempo son una respuesta para obtener ciertos servicios de una forma diferente, aunque no son una opción permanente, pues hay satisfactores que no pueden incluirse en el intercambio como la canasta básica.
Los bancos de tiempo tienen el plus de que fortalecen otros elementos importantes para la sociedad, como ciertos valores propios de esta dinámica:
Así, las relaciones sociales y la igualdad entre estratos socioeconómicos son parte de los beneficios de esta dinámica pues, sin duda, nos invitan a pensar todas las posibles cosas que podemos hacer por otros y nos recuerda lo útiles que podemos ser para los demás y los otros para nosotros.
Eso sí, aunque se basa en los valores ya mencionados, la formalidad no está de más. La mayoría de los bancos de tiempo necesitan e incluyen información imprescindible para conocer a sus usuarios (estos son algunos, aunque los requisitos pueden aumentar o disminuir dependiendo del banco):
Posterior a ello sólo queda tomar consciencia de que el dinero no es más que un acuerdo de una comunidad para usar algo como medio de intercambio, pero que, si se trata de tiempo, todos contamos con el mismo capital y seguir el curso del modelo:
Sobrevivir con poco dinero, gracias al banco del tiempo es una alternativa viable. Basta con hacer una lista de tus habilidades, atributos, fortalezas y allí encontrarás tus “riquezas” para ofertar. Éstos son algunos ejemplos de lo que puedes considerar ofrecer como servicios intercambiables:
¿Qué tal? ¿Te gustaría participar en algunos de ellos?
*livm
