Marco Gonsen

Memoria Flash

Marco Gonsen

28 Dic, 2016

CES

La expresión “whoa” suele utilizarse en inglés para expresar sorpresa, o bien, según el urbandictionary.com, puede servir como adjetivo para calificar algún objeto cuando no se tienen a la mano las palabras exactas para describirlo.

Ésa es justo la reacción buscada cuando se presenta alguna invención con la que se cree haber alcanzado el futuro antes de incorporarse a la vida cotidiana. Desde hace medio siglo, una actividad que en otras épocas sería más bien propia de alquimistas y científicos locos, se ha convertido en el ritual anual de una industria que nunca se cansa de cambiar al mundo.

Del 5 al 8 de enero próximo se llevará a cabo en Las Vegas el CES 2017, una feria anual organizada por la Consumer Technology Association (CTA) que congrega a varias de las más importantes firmas del mundo que exhiben sus últimas novedades en computación, cibernética, telefonía y rubros afines, y que conmemora su 50 aniversario.

Como parte de su celebración, la página oficial www.ces.tech publicó una línea de tiempo titulada juguetonamente “World Wide Whoa”, un recuento muy completo de los momentos que han provocado bocas abiertas y arqueo de cejas desde el 24 de junio de 1967, cuando se llevó a cabo la primera de estas convenciones en los hoteles Hilton y Americana de la ciudad de Nueva York, y que en ese entonces surgió con el nombre de Consumer Electronics Show.

Un mes antes, el 20 de mayo, la revista Billboard publicó una nota que daba cuenta de los preparativos que llevaba a cabo la entonces llamada Electronic Industries Association (EIA). Citando palabras de William King, representante de la RCA y miembro del comité organizador, aquella primera feria constituiría la más completa visualización de los productos electrónicos jamás mostrados, y también serviría como punto introductorio de las líneas de fabricación a seguir en 1968.

No era extraño que una revista mejor conocida por registrar ventas de discos y popularidad de artistas diera cuenta detalladamente de lo que sería la primera CES, pues antes de que ésta surgiera las empresas presentaban sus innovaciones en otra feria, el Chicago Music Show.

El intento de la industria electrónica por crear un encuentro independiente y más especializado cristalizó en el  que también fue una suerte de congreso en la que también participaron representantes gubernamentales, y que incluyó simposios y mesas de discusión sobre nuevas ideas de productos, así como presentación de estadísticas de la propia EIA.

Desde luego, las estrellas de la primera CES fueron radios de transistores, fonógrafos, componentes de alta fidelidad, grabadoras y reproductoras de audio y equipo de videotape, así como televisiones a color y blanco y negro. En total participaron 117 expositores, entre ellos Packard Bell, Motorola, Sharp y Panasonic. Entre los objetos dados a conocer figuraba un pequeño tornamesa portátil, con una flor y la leyenda “love”, muy acorde con la sicodelia de la época.

Pero no todo era el último grito de la moda: según Billboard, la convención también dedicó espacio a una retrospectiva histórica con decenas de aparatos antiguos y sus piezas, exhibidos junto con su publicidad original.

El éxito del pionero CES no estuvo exento de polémica, y ésta fue precisamente la confrontación con el Chicago Music Show, que justo en 1967 celebró su reunión anual número 66. Otra nota de Billboard, publicada el 15 de julio de ese año, dio cuenta de cómo la industria musical se jactó de haber tenido su muestra más exitosa en varios años, a pesar de que en esa ocasión ya no contó con la presencia de los fabricantes de televisores.

Cinco décadas después, el CES puede jactarse de ser el escaparate por medio del cual el mundo ha conocido antes que en ninguna otra parte la videocasetera, el DVD, la radio digital, el Blu-ray, las impresoras 3D para consumidores y la televisión ultra 4K de alta definición.

No habría sido así sin la visión de su creador e impulsor, Norman Jack Wayman (1922-2014), un combatiente en Normandía durante la Segunda Guerra Mundial, quien acumuló méritos militares antes de ganarse la vida como ejecutivo de ventas de la RCA. Antes de morir a los 92 años, Wayman dio una última batalla en favor del derecho de las personas a grabar programas de televisión en sus videocaseteras domésticas.

Desdeñado siempre por Apple y disminuido su protagonismo en años recientes por la ausencia de Microsoft, así como por otras ferias especializadas en telefonía, videojuegos y aparatos electrónicos, el cincuentenario CES tiene el reto de seguir procurando que la humanidad no pierda su capacidad de asombro.

marco.gonsen@gimm.com.mx

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