¿Por qué un niño de 12 años disparó en Monterrey?

CIUDAD DE MÉXICO.- Un fenómeno que parecía tan distante de México por fin llegó a nuestro país: el miércoles 18 de enero de 2017, un niño de 12 años disparó contra su maestra y compañeros en el Colegio Americano del Noroeste en Monterrey, Nuevo León.

Este hecho ha generado desde consternación hasta debate sobre las razones por las que no se deben compartir fotografías o videos de menores de edad; lo cierto es que más allá de eso, el escenario puede ser también reflejo de la situación actual de la niñez mexicana.

Los niños en el mundo padecen diversos obstáculos para su propicio desarrollo físico, emocional y social. México no es la excepción.

Pobreza

El estudio Pobreza y derechos sociales de niños y adolescentes en México 2012-2014, presentado por la Unicef y el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), indicó y advirtió que es fundamental la inversión en la infancia, ya que puede prevenir problemas como delincuencia juvenil, embarazos en adolescentes y violencia.

México debe invertir más en la atención de la niñez de entre 0 a 5 años, ya que sólo aporta 0.8% del Producto Interno Bruto (PIB), una cantidad inferior a la de economías más pequeñas como Honduras, Costa Rica, Argentina y Guatemala”, expresó.

De no invertir en ellos, pueden caer en la pobreza, la cual tiene serias consecuencias a futuro; entre ellas la probabilidad de que se vuelva permanente es más alta que en el caso de los adultos, al igual que la posibilidad de que se reproduzca en la siguiente generación. Además, compromete el desarrollo presente y futuro de los niños y adolescentes que viven de ese modo.

La organización Save the Children, en tanto, expresó que 53.9%, de las niñas y adolescentes en nuestro país, es decir más de 10 millones, viven en condiciones de pobreza.

Y erradicarla en el mundo no será fácil…

El mundo está a 452 años de cumplir la promesa de acabar con la pobreza extrema, revelan nuevas cifras de Save the Children. Con el ritmo actual de progreso, explica, el último niño proyectado para abandonar la pobreza extrema no lo hará hasta el año 2482, 18 generaciones después de la meta mundial acordada.

La pobreza infantil es un círculo vicioso. Ser pobre hace menos probable que aprendas en la escuela, lo más probable es que caigas enfermo, o incluso, que expongas a los niños a riesgos mucho más altos como el matrimonio infantil, el trabajo infantil y la explotación -desventajas que millones de niños llevan a la edad adulta y pasan a la próxima generación, lo cual es a la vez injusto y enormemente costoso para las sociedades-”, aseguró Maripina Menendez, CEO de Save the Children México.

Violencia

En cuanto a la percepción de violencia, hechos como el recién ocurrido en Monterrey pueden agravar la sensación de “poca seguridad” entre los niños. Factor no muy alentador para su pleno desarrollo.

Save the Children realizó un estudio en el que consultó a 7,655 niños acerca de su percepción sobre la violencia: el 83% cree que pueden salir lastimados a causa de la violencia; en tanto, 81% vio violencia en su escuela, 76% en su comunidad y 48% en su familia.

Desigualdad

Si hablamos de desigualdad, un estudio realizado por la Unicef indica que en los grandes países del sur de Europa (Grecia, España, Italia y Portugal) se registran brechas en los ingresos superiores al 60%, al igual que en Israel, Japón y México.

Además, especificó que la tasa de escolarización a los 15 años no es homogénea en los diferentes países de la OCDE. En 2012, las tasas de abandono escolar en México (un tercio) y en Turquía (un quinto) eran muy superiores a las del resto de los países de la OCDE, tanto es así que sus resultados en las pruebas PISA no se incluyen en una de sus tablas clasificatoria.

Y si hablamos de las diferencias que existen entre los más pobres y los más ricos, Unicef declaró que “los ingresos más bajos de los niños de Bulgaria, México y Rumania no representan más de un tercio de la mediana de la renta de un niño en su mismo país”.

En el caso de las niñas, la realidad no es alentadora: el 22.3% de las mujeres entre 15 y 19 años no estudia ni trabaja, y tan sólo en 2014 se detectó más de un millón de mujeres adolescentes que estaban fuera de la educación media superior, según Save the Children.