Columnista invitado

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21 Ene, 2017

Finalmente llegó el Día D

Por Guillermo Zamarripa*

Después de dos meses muy desgastantes, finalmente ayer se cumplió el plazo para que Donald Trump iniciara su mandato como presidente de Estados Unidos. Hoy voy a escribir algunas interpretaciones y comentarios sobre lo que dijo ayer. Un discurso breve, con mucha retórica nacionalista y sofismas.

Antes de iniciar el análisis ofrezco un poco de contexto sobre lo que es Estados Unidos hoy. Es la economía más grande del mundo y una de las más ricas por habitante. En términos de indicadores macro, ha tenido una evolución favorable los últimos cuatro años. Empresas de ese país son las dueñas de muchas de las grandes marcas de productos. Esas empresas multinacionales tienen operaciones y venden sus productos en muchos países. Es la economía que más innovación genera. Es un país para el que es complejo obtener la visa y que para entrar hay que hacer largas colas en migración. Es el país que tiene el ejército más poderoso del mundo y que tiene las mejores universidades de investigación.

Como nación son muy pragmáticos y un ejemplo es la frase del exsecretario de Estado Henry Kissinger que decía que “Estados Unidos no tiene amigos o enemigos permanentes, sólo intereses”.

Mi primera reacción al escuchar el discurso y luego leerlo fue que éste no es el discurso de toma de posesión del Presidente del país más poderoso del mundo. Parece un discurso de añoranza de lo que Estados Unidos fue un día y hoy ya no lo es. Tal como le pasó a Inglaterra después de la Segunda Guerra Mundial.

Me voy a concentrar en la parte económica. Dice que una a una las fábricas de los Estados Unidos cerraron y dejaron el país provocando que millones de trabajadores de Estados Unidos quedaran marginados.

Lo anterior nos da la idea de fábricas abandonadas y mucha gente sin empleo. Cuando uno viaja a Estados Unidos no se ve ni lo uno ni lo otro. El dato de desempleo está en niveles históricamente bajos, por debajo del 5% prácticamente durante casi todo 2016.

Cuando uno analiza a detalle los datos sí se encuentra que el número de empleos manufactureros ha bajado desde el año 2000 a la fecha. Hay que entender este fenómeno a detalle.

Primero, las fábricas se han automatizado más y requieren de menos mano de obra por planta. Segundo, la economía de Estados Unidos se ha venido transformando para pasar de ser manufacturera a ser preponderante de servicios.

Este proceso de transformación es similar a lo que sucedió hace 100 o 150 años, cuando el empleo agrícola pasó a ser menos del  manufacturero. En años recientes, la economía de ese país está en otro proceso de transformación.

Luego afirma que van a construir puentes, aeropuertos, etc. Lo anterior me parece muy bueno, pero si se lleva a cabo junto con una política fiscal como la que propone de bajar impuestos, la perspectiva de balance fiscal de ese país no se ve favorable.

Pone énfasis en apoyar a la clase media que ha sido abandonada. No considera un diagnóstico de los factores que han afectado la situación de esta parte de la población, entre los que está la política fiscal de castigar a la clase media y dar beneficios a los de mayores ingresos.

Su filosofía es muy clara y pone a Estados Unidos primero. El problema es cómo plasma esta visión egoísta en la parte económica con una política proteccionista. La historia nos dice que el proteccionismo en lugar de traer prosperidad y fortaleza te lleva a lo contrario.

En conclusión, su razonamiento económico es débil, incongruente, con sofismas y con salidas populistas. El problema es que al ser el país más importante del mundo si sigue la línea de acción que esbozó va a afectar a la economía global.

*Director general del Fundef

guillermozamarripa@itam.mx

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