Darío Celis

Tiempo de negocios

Darío Celis

30 Ene, 2017

México debe pegar primero

En el primer día de acercamientos formales en Washington por parte de los secretarios mexicanos de Relaciones Exteriores y Economía, Luis Videgaray e Ildefonso Guajardo, con el equipo de Donald Trump, el saldo para México fue de muchos claroscuros.

Al final del día no hubo un acuerdo para emitir un comunicado conjunto. Videgaray y Guajardo no lograron ver a solas a Jared Kushner, el influyente yerno del Presidente estadunidense y principal asesor senior. Peter Navarro, el feroz crítico de China y que Trump puso al frente del recién creado Consejo Nacional de Comercio, tuvo la consigna de reventar desde el inicio las pláticas en materia comercial, en no llegar a nada. Steve Bannon fue quien más habló y centró todo el encuentro en temas migratorios, en el muro y en adelantar las palabras de Trump ante oficiales del Departamento de Seguridad Nacional. Bannon, el jefe de Estrategia de la Casa Blanca, fue frío, duro e impuso su punto de vista, aunque Videgaray también dejó claro que el sentimiento en México es de indignación. Sin embargo, este funcionario es el principal operador de Donald Trump en temas de migración.

Este individuo era director de Breibart News, página web ultraconservadora acusada de difundir teorías conspirativas y de enarbolar las posturas de la nueva derecha xenofóbica y supremacista, muy al estilo nazi de Adolfo Hitler.

A pesar de que dedicaron ocho horas en reuniones, el tiempo que tuvieron Videgaray y Guajardo para hablar específicamente del TLCAN, al menos en el primer día, fue francamente muy limitado. La verdad que de esta primera reunión de trabajo de dos días se esperaban pocos resultados. Videgaray buscó encontrarse a solas con Gary Cohn, ex Goldman Sachs y director del Consejo Nacional de Economía.

Otros asesores y exfuncionarios del gobierno mexicano pretendían reunirse con Rex Tillerson, el ex CEO de Exxon Mobil, propuesto por Trump para ser secretario de Estado. Este hombre de negocios es un aliado importante de México porque hizo operaciones con nuestro país. Siempre ha hablado bien de México, el problema es que el Senado no ha aprobado su nombramiento.

Otros enviados de Enrique Peña Nieto también buscaron una reunión con Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes.

Detrás del discurso de Trump sobre migrantes y muro está Michael Flynn, en el sentido de que esta barrera favorecerá a los intereses de seguridad de México al frenar el flujo de inmigrantes centroamericanos.

El tuitazo de Trump el jueves de que si México no paga el muro no habría reunión —cancelación tácita del encuentro—, que obligó a Peña a suspender la entrevista, generó una crisis en el equipo negociador mexicano.

Aunque hacia la tarde del viernes las aguas parecían encontrar su cauce, con la llamada que se cruzaron Trump y Peña en la que acordaron mantener negociaciones y no ventilar públicamente el tema del muro, la realidad es que no se puede pactar nada con el millonario. Y para muestra un botón: el sábado el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, publicó un tuit manifestando su respaldo a Trump por la construcción del muro. Y Trump, rompiendo una vez más sus compromisos, lo retuiteó. ¿Le vamos a seguir creyendo?

PONERSE LOS GUANTES

México se debe preparar porque Donald Trump anunciará la salida del TLCAN en cuanto el Congreso de EU apruebe el nombramiento de Wilbur Ross como secretario de Comercio y a Robert Lighthizer como representante comercial de EU. Ese mismo día Trump anunciará el inicio de negociaciones bilaterales entre EU y México. Durante las reuniones del miércoles y jueves pasado, Luis Videgaray e Ildefonso Guajardo, los representantes del gobierno mexicano, no pudieron negociar un marco general siquiera para el comercio. El muro y quien lo pagaría contaminó todo. Esta semana que hoy inicia la agenda se va a centrar en el tema migratorio. La proyección de los analistas es que en cuanto inicien las deportaciones de connacionales la agenda bilateral se va a calentar y la agenda comercial se va a postergar. El gobierno de Peña, con Videgaray y Guajardo al frente, no sabe ni los términos ni los temas que entran en la negociación bilateral. Para llegar a este punto van a tardar un par de meses. Lo preocupante es el aislamiento y enfrentamiento con el equipo de Miguel Ángel Osorio. La gran interrogante es cómo estructurar un frente común aquí adentro con el responsable de la política interna y migratoria cuando se sabe que Trump tiene una pésima impresión de él y Videgaray está confrontado por sus respectivas ambiciones políticas. Mientras esto ocurre, el gobierno peñista y el sector privado deben identificar aquellos productos estadunidenses de exportación a México donde se pueden aplicar salvaguardas; esto es, impuestos compensatorios a los estados que más se han beneficiado del TLCAN. Es decir, seguir la recomendación que la semana pasada el expresidente Felipe Calderón explicó cuando su gobierno enfrentó la ofensiva comercial de la administración de Barack Obama y los demócratas. Así se va a “aflojar” al Congreso, a los gobernadores y al propio Trump. En un artículo para el Washington Post, Ernesto Zedillo analizó la situación actual y dijo que sería una pérdida de tiempo renegociar el TLCAN con Trump. Y en cuanto al muro, advirtió que no debe usarse ni un centímetro de territorio mexicano para que se construya.

Síguenos en Twitter @DineroEnImagen y Facebook, o visita nuestro canal de YouTube