David Páramo

Análisis superior

David Páramo

9 Feb, 2017

Analistas analfabetas

En los últimos días parece que algunos analistas de grupos financieros y casas de bolsa han entrado en una suerte de competencia para determinar quién es el que dice la peor estupidez para ganar una notoriedad ridícula de algunos medios de comunicación que dan por buena cualquier información.

Ayer, por ejemplo, el analista de una casa de bolsa estimó que si Banco de México aumentaba la tasa de referencia a un día medio punto porcentual, con lo que llegaría a 6.25%, los créditos de corto plazo podrían alcanzar el nivel más alto de su historia.

Esta afirmación, tristemente recogida por algunos medios, sólo puede haber sido hecha por un tipo profundamente ignorante que nació después de 1990 o algo mucho peor.

A este individuo se le olvidó, por ejemplo, que durante la década de los 90 las tasas de las tarjetas de crédito eran superiores al 200% anual.

Mucho más allá, otros están tratando de ajustar la realidad a sus gravísimos errores de cálculo.

Los que aseguraban que la llegada de Donald Trump sería el Apocalipsis para la economía mexicana y pronosticaban, entre gritos histéricos, que el tipo de cambio se iría a más de 25 pesos por dólar (no faltó el orate que habló de niveles de 30 pesos por dólar) en estos momentos tratan de descalificar que desde el arribo de este hombre a la Presidencia de Estados Unidos el peso es una de las monedas que más se ha apreciado.

Dicen, por ejemplo, que es un debilitamiento del dólar no que la moneda estuviera demasiado subvaluada como los señalamos Agustín Carstens, José Antonio Meade y yo realmente no es así, sino que el peso se ha apreciado por alguna razón que no será duradera.

Ayer le informé en este mismo espacio que, en realidad, el nuevo gobierno de Estados Unidos no genera ninguna incertidumbre. Todo lo que prometió como candidato y que tiene que ver con México se está cumpliendo puntualmente.

La trayectoria del tipo de cambio es libre y, por lo tanto, no determina la solidez o no de la economía, puesto que hoy está mucho más influido por temas que son total y absolutamente exógenos a las decisiones del gobierno de Enrique Peña Nieto.

ESPECULACIONES

Parecería que la falta de un análisis sensato se suple con cualquier cantidad de especulaciones ridículas. A falta de investigación y análisis se usa cualquier dato aislado para tratar de justificar cualquier posición.

Se trató de justificar que el peso ligara su décimo primer día de recuperación de los 13 que lleva la administración de Trump porque supuestamente el mercado está descontando el alza de las tasas de interés.

No aportan pruebas fehacientes como dejar claro que durante el último año no se ha dado una relación directa entre nivel de tipo de cambio y aumento en la tasa de referencia, incluso, considerando que Banco de México ha sido el instituto central que más ha incrementado esta tasa en el mundo con 200 puntos base.

Desde el inicio de semana, las especulaciones se han concentrado en determinar cuánto aumentará la tasa de referencia Banco de México durante la junta de gobierno que se realizará hoy.

Los supuestos parten desde ideas muy descabelladas, como que si Banxico está tratando de defender la recuperación del peso hasta aquellas que ven una inflación por encima del 5% en buena medida por la liberación del precio de la gasolina y, esperan que ahora sí, la depreciación comience a impactar en el nivel general de precios. Hay muchos que llevan dos años pronosticando el repunte inflacionario.

La realidad es que el instituto central tomará la decisión no sólo con base en el panorama de riesgos globales sino también en que la película de Trump ya comenzó y si el aumento derivado de la liberación del precio de las gasolinas tendrá un impacto permanente en el nivel general de precios.

EL COLMO

Como todas estas especulaciones no les parecen suficientes ahora ya se pusieron a tratar de adivinar quién será el sucesor de Agustín Carstens bajo principios francamente ridículos.

El invento de moda, barco al que los borregos ya subieron, es que será Alejandro Díaz de León al que en una descalificación inadmisible tanto a él como a la autonomía de Banco de México le ven como principal virtud ser cercando al Presidente de la República.

Y no faltan gaznápiros que hasta creen que Peña Nieto le ordenaría que metiera mano en las tasas de interés... Decirlo muestra una pobreza intelectual verdaderamente preocupante.

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