Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

11 Feb, 2017

La gasolina y el mensaje de Banxico

CIUDAD DE MÉXICO.- A inicios de año el horno no estaba para bollos en México, el humor social no estaba y no está como para aumentos en la gasolina. La razón es que en enero se podían ver en una pantalla de televisión las explicaciones de no subsidiar los precios de los combustibles, debido a que no hay margen en las finanzas públicas que están bajo la lupa en 2017, por el otro lado, en esa misma pantalla se documentaba la obscena corrupción que se dio cuando Javier Duarte era gobernador de Veracruz y estaban frescos los bonos de fin de año que se autoasignaron diputados y senadores.

Luego de los aumentos de precios hubo saqueos y se han dado protestas constantes, de poco sirven las razones y los argumentos equilibrados, la sociedad está molesta y, para no azuzar al avispero, la Secretaría de Hacienda optó por absorber el aumento del 4 de febrero.

En el probable cálculo del gobierno federal, no aumentar el precio de las gasolinas y el diesel permitiría tener dos semanas de respiro, en las cuales a lo mejor una parte del descontento social se podría desahogar en el rechazo a Donald Trump.

Sin embargo, las consecuencias negativas de la decisión pasan por lastimar la credibilidad de Hacienda, debido a que se puede interpretar que es una cuestión de voluntad del gobierno y no una realidad de las finanzas públicas. Además, manda una señal confusa con respecto al objetivo de lograr un superávit primario este año.

Al respecto, el Banco de México lanzó un mensaje claro en el comunicado en el que estableció el aumento a la tasa de referencia en 50 puntos base para llevarla a 6.25 por ciento. De manera textual, el banco central dijo: “la liberación en los precios de las gasolinas debería significar un avance en el fortalecimiento del marco macroeconómico del país por la reducción que representa de las vulnerabilidades de las finanzas públicas, dado que no es sostenible mantener precios públicos desalineados de su referencia internacional. Una postura fiscal sólida es esencial para fortalecer el marco macroeconómico y coadyuva a reducir la percepción de riesgo para la economía”.

El pronunciamiento del banco central es una advertencia al gobierno federal de no ceder a la tentación de generar un desequilibrio en las finanzas públicas ante los cálculos políticos de corto plazo, quizá ese mensaje fue reforzado con el aumento en la tasa de referencia cosa que veremos en las próximas minutas de la reunión.

Desde mi óptica, la Junta de Gobierno de Banxico pudo haber esperado, ya que si bien la inflación tuvo una variación de 1.70 por ciento en enero, la mayor desde enero de 1999, entre la primera quincena y la segunda el aumento no se sostuvo, de hecho, la inflación subyacente en la que se descuentan los elementos volátiles se ubicó a tasa anual en 3.84 por ciento, en diciembre se había ubicado en 3.44 por ciento, lo que implica que se ha movido razonablemente. La variación de la subyacente fue de 0.58 por ciento.

En su comunicado el Banco de México reconoce que hay posibilidades de que el Federal Reserve de Estados Unidos aumente sus tasas de manera más acelerada como consecuencia de la ambiciosa expansión fiscal a la que apunta Donald Trump.

Tomando en cuenta que el Fed tendrá siete reuniones más para subir las tasas de interés y que el resultado de la renegociación del TLCAN es de pronóstico reservado, el Banco de México pudo haber sido demasiado proactivo en utilizar la tasa de interés en esta ocasión, aunque ha mandado un mensaje claro a Hacienda: no hay que subsidiar las gasolinas, no hay margen.

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