Pégame, pero no me insultes

Para el mexicano promedio son más importantes las formas que el fondo. Mientras que hablan de respeto, insultan a quienes no piensan como ellos: Ahí están las ofensas que le propinan diariamente a Donald Trump para pedir que respete a los mexicanos que, en su mayoría, viven fuera de la ley en Estados Unidos.

El Presidente de Estados Unidos está comprometido con evitar que haya migrantes ilegales en su país, especialmente los que están vinculados con delitos; promover el empleo en su país, por lo que busca renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte que, desde su punto de vista, ha sido mucho más benéfico.

¿Dónde está la xenofobia, el racismo, las tendencias nazis o el derecho para criticarlo hasta por su peinado?

Los mexicanos promedio tienen que organizar dos marchas de unidad porque no pueden ponerse de acuerdo en torno a cuál es el fondo. Los mismos que insultan a una de las organizadoras porque no piensa como ellos.

Los que piden respeto a la legalidad haciendo actos de gandallas o atacando con jitomates a quien, en su imaginación, es un hombre indeseable.

El mexicano promedio, clasista y propenso a la descalificación, ve como un acto en contra de México el que Estados Unidos quiera promover el empleo o tomar una decisión soberana como construir un muro.

Por las formas del mexicano promedio y algunos de sus líderes de opinión parecería que México es un país total y absolutamente receptivo a la inmigración. ¿Sabrán acaso que las normas en México para los extranjeros son más duras que en Estados Unidos o que nuestro país deporta más personas que aquel país por cada mil migrantes?

FORMAS

Sin embargo, los mexicanos aman las formas suaves, algo así como pégame, pero que no se me noten los golpes. Nadie se ofendió porque el gobierno de Barack Obama deportó a más de 2.8 millones de connacionales durante su gestión, la cantidad más alta de la historia.

Hoy hay crisis de histeria, alentada por algunos medios de comunicación, por lo que califican como ataques en contra de los mexicanos. Sin embargo, los hechos los desmienten. Al cierre de enero se deportaron unos mil mexicanos menos que el mismo mes del año pasado, es decir, la administración de Obama deportaba a un ritmo más rápido que Trump.

El mexicano promedio está convencido de que Trump es enemigo de México; sin embargo, no hace nada que no haga el gobierno de nuestro país: Defender los empleos de los mexicanos, generar la mayor cantidad de fuentes de empleo, luchar en contra de la delincuencia organizada y buscar que el Tratado de Libre Comercio de América del Norte beneficie más a los mexicanos que a cualquier otra nación.

Hay entre los mexicanos promedio una exótica soberbia, según la cual, todos tienen que hacer por México lo que le conviene a los mexicanos.

Responda honestamente a las siguientes preguntas: ¿Por qué Estados Unidos tiene que recibir a ilegales que no fueron invitados a su país y darles lo que el nuestro les ha negado? ¿Por qué tiene que ceder ventajas para ellos a favor de nosotros? ¿Por qué no pueden construir un muro si es su deseo?

Los mexicanos promedio son, de cierta manera, una suerte de atenidos que esperan que los demás hagan por ellos lo que ellos no pueden hacer para sí mismos. Para intentar justificaciones inventan historias como que Estados Unidos pierde más o que los mexicanos que viven ilegalmente allá hacen trabajos por muy poco dinero, lo que sin lugar a dudas debe ser parte de una oda a la ilegalidad.

CORRUPCIÓN

Desde el 9 de febrero, el Fovissste, que lleva Luis Antonio Godina, canceló la operación del programa Respalda2 M, ante diversas acusaciones de corrupción por parte de los derechohabientes.

La financiera sólo realiza descuentos una vez que el trabajador ya dio la autorización; sin embargo, detectaron que algunos de los proveedores estaban realizando prácticas indebidas junto con los concesionarios.

Godina ha realizado una serie de acciones para cerrar las puertas a los actos de corrupción que de una u otra manera puedan pasar por el Fovissste. En este caso, no hay indicios de ilegales dentro de la financiera, sino de establecimientos comerciales que operaban de una manera indebida.

El Fovissste está modificando el esquema de este programa mediante una revisión de fondo de sus estándares de seguridad y aplicación adecuada de las normas.