David Páramo

Análisis superior

David Páramo

20 Feb, 2017

Trump es bueno

Cuando se entienda que Donald Trump no tiene intención de gobernar al mundo, sino a Estados Unidos, se podrán hacer mejores lecturas sobre lo que ocurre con la economía de aquel país y, paradójicamente, también del mundo.

Aunque haya muchos mexicanos que se ofendan porque creen que este hombre tiene que dar a los migrantes ilegales lo que nuestro país les negó, al grado de orillarlos a vivir ilegalmente en otra nación, o que debe renegociar el TLCAN de modo que a nosotros nos convenga y hasta nos sentimos porque Canadá quiere buscar su mejor interés, la realidad es que Trump sí está generando optimismo entre sus votantes.

Si hacemos un recuento de los datos económicos de la semana pasada, resulta que durante enero crecieron las ventas minoristas, de casas, automóviles y creció el consumo a través de tarjetas de crédito.

Índices de confianza, como el de optimismo de las pequeñas empresas, tocaron su nivel más alto desde 2004 y el indicador responsable de medir el desempeño de la producción industrial se encuentra en el nivel más elevado desde 1984.

Más allá los mercados de valores, que son un indicador claro del optimismo sobre el desempeño futuro de la economía, muestran el más grande crecimiento en más de un cuarto de siglo, lo que sólo puede interpretarse como confianza en que América será grande de nuevo.

El empresario en Estados Unidos está confiado en que pronto se presentará un plan fiscal que le permitirá crecer de una manera muy sólida, por lo que estima que vivirá una gran época en materia económica.

Antes de seguir dando vuelo a quienes, sobre la nada, hacen estudios sobre el peligro que representa Trump o sus supuestas incapacidades para gobernar, se tiene que tener claro que está dando resultados a sus votantes y con base en eso, México debe diseñar una estrategia real, no las posiciones cínicas que se han mantenido hasta el momento.

Estados Unidos tiene derecho a construir un muro. México a no pagarlo.

Estados Unidos tiene derecho a renegociar o, incluso, salir del TLCAN. México tiene el derecho a buscar lo que mejor le corresponda, ya sea dentro o fuera de ese acuerdo comercial.

Estados Unidos tiene derecho a correr a todos aquellos quienes viven ilegalmente en su país. México tiene la obligación de darle a estos mexicanos oportunidades de desarrollo. Estar pidiendo derechos para los ilegales es como estar a favor de los vendedores ambulantes porque son más baratos.

Dejemos atrás la hipersensibilidad y tomemos decisiones correctas a favor de México.

El pueblo de Estados Unidos tiene el derecho a sentirse animado. Muchos mexicanos deberían hacer a un lado esa estúpida obsesión por buscar que le vaya mal a Enrique Peña Nieto y desear una crisis para el país donde también viven los críticos. 

CORRUPCIÓN TAPATÍA

Hace algunos días le informé en esta columna sobre los problemas de desabasto que presenta el sector salud de Jalisco, en buena medida porque se realizaron licitaciones a modo, en las cuales el ganador no sólo no tenía la infraestructura, sino tampoco la capacidad de atender a lo que se comprometió.

Ahora surge un nuevo problema. Resulta que hasta el Seguro Popular está teniendo problemas de desabasto, en buena medida porque la Secretaría de Salud de Jalisco, encabezada por Antonio Cruces Mada, ha incumplido con el pago de más de 900 millones de pesos con las empresas que dispersan los insumos necesarios para este seguro.

Cruces convocó a un concurso para renovar el contrato de distribución, el viernes se entregaron las propuestas técnicas, por 700 millones de pesos. Lo que debe preocupar, además del retraso de pago a los actuales encargados de dar servicio integral, es quiénes están atrás de estos contratos. Entre ellos, debe contar a Abisalud, de José Hiram Torres Salcedo, que fue sancionada con un millón de pesos por no cumplir un contrato de 501 millones de pesos para distribuir medicamentos del Ipejal. Quienes buscan explicaciones sobre esta presencia apuntan hacia los de Movimiento Ciudadano, Ismael del Toro y Carlos Lomelí.

De acuerdo con diversas fuentes, el desabasto en la Secretaría de Salud, Ipejal y Seguro Popular alcanza niveles del 80% en algunos hospitales y centros de salud. El origen del problema tiene que ver con las licitaciones a modo que ha organizado Cruces y que han derivado en que los ganadores sean empresas sin la capacidad suficiente para atender sus compromisos.

El gobernador de esta entidad, Aristóteles Sandoval Díaz, ha prometido en forma reiterada que resolverá el problema, sin embargo, no se ha pasado de este nivel, ya que en buena medida el problema tiene que ver con la incapacidad de Cruces, quien intenta culpar a funcionarios federales cuando, claramente, se trata de un asunto en el que las fallas y los problemas tienen su origen en la vinculación política de algunos para tratar de lucrar.

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