La magna pudo haber subido a $17.28 pero esto lo evitó

CIUDAD DE MÉXICO. - Si el gobierno eliminara los estímulos fiscales que actualmente está aplicando al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), la gasolina Magna tendría que costar 17.28 pesos por litro, es decir un aumento de 8.2% respecto a los 15.97 pesos actuales fijados hasta el 20 de febrero, según cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.

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Lo anterior debido a que el gobierno tendría que dejar las cuotas del IEPS tal y como se aprobaron en la Ley de Ingresos de la Federación 2017, que para el caso de la gasolina Magna sería de 4.3 pesos por litro, y ya no estaría vigente el valor del estímulo, que se fijó en 1.305 pesos por litro entre el 18 y el 24 de febrero.

Bajo el mismo criterio, la gasolina Premium tendría que costar 18.67 pesos por litro, es decir un aumento de 5.1% respecto al nivel del 20 de febrero de 17.77 pesos; y el litro de diesel tendría que aumentar hasta 18.49 pesos, es decir un alza de 8.6% frente al valor vigente hasta el 20 de febrero.

Expertos consultados por Excélsior coincidieron en que actualmente, el gobierno está usando los estímulos fiscales al IEPS como variable de ajuste en el precio de las gasolinas, con el fin de evitar grandes movimientos en los precios derivados del tipo de cambio y de la referencia internacional de la gasolina.

Héctor Villarreal, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), explicó que “dado el impacto en la inflación y el descontento social que generó el gasolinazo de enero, ahora el gobierno no quiere poner nervioso a nadie cambiando los estímulos del IEPS, con el fin de suavizar los cambios en el dólar y en el precio internacional de la gasolina, de modo que los precios al público se mantengan en un rango determinado”.

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Fausto Hernández, investigador del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE), explicó que “los estímulos en el IEPS son meramente políticos, y lo que pretenden es mitigar el costo social para el gobierno del anuncio de la liberación del precio de los combustibles. La liberación era una decisión deseable y necesaria, pero como estuvo mal implementada y mal comunicada a la sociedad, ahora al gobierno le toca aplicar un costo fiscal para no caer en más costos políticos”, comentó

Los especialistas también coinciden en que la decisión de mantener los estímulos fiscales al IEPS genera un dilema para el gobierno federal, porque por un lado, mantiene bajo control el descontento social generado por el gasolinazo de enero; pero por otro lado, genera una pérdida recaudatoria.

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