Rodrigo Pacheco

Suma de Negocios

Rodrigo Pacheco

8 Mar, 2017

El problema de Multisistemas y de México

Hoy que es el Día Internacional de la Mujer, en plena segunda década del siglo XXI, se puede encontrar en el sitio de bolsa de trabajo Bumeran, un anuncio en el que se lee: “Se solicita director de Comunicación y Medios. Requisitos: escolaridad con licenciatura en Ciencias de la Comunicación, Periodismo, Relaciones Internacionales, Mercadotecnia, o a fin. Deseable: Tec de Monterrey o Anáhuac. Sexo: masculino.
Edad: 30 a  45 años. Experiencia tres años a nivel dirección planeación”.

Por alguna razón no especificada, los ejecutivos del área de Recursos Humanos de Grupo Multisistemas considera que un requisito indispensable es que su director sea de sexo masculino. No encuentro una razón por la cual una compañía optaría por excluir a poco más de la mitad del talento laboral que está allá afuera ¿Qué tarea puede hacer un hombre que no pueda hacer una mujer desde la dirección de Comunicación y Medios?

Multisistemas podría argumentar que fue un error del becario que subió la vacante, sin embargo, más allá del hecho específico, el anuncio es reflejo de uno de varios lastres que arrastra México y muchos países del mundo que discriminan por género, contraviniendo no sólo un sentido básico de justicia social sino afectando su propio interés económico.

PRECARIEDAD

De acuerdo con el Inegi hay 19 millones 900 mil mujeres trabajando en México, sin embargo, de las asalariadas 41.9 por ciento no tiene un contrato laboral, una tercera parte no tiene prestaciones y poco menos de la mitad no tiene vacaciones pagadas. Las condiciones de precariedad laboral de las mujeres tienen un impacto económico para el país. De acuerdo con el Índice Global de Brecha de Género que realiza el Foro Económico Mundial y que mide catorce variables articuladas en cuatro ejes: participación económica y oportunidad, educación, salud y empoderamiento político, México aparece en la posición 66 de 142 países, muy por debajo de países como Ecuador y Colombia aunque por encima de Japón, Brasil e India. Siguiendo dicho listado que ubica a Islandia, Finlandia y Noruega en los primeros tres lugares, México sale muy mal calificado en la encuesta de igualdad salarial, posición 128, en participación laboral se ubica en 120, por ingreso de mujeres en la posición 109. México es bien calificado en salud, en la participación de mujeres en el Poder Legislativo, aparecemos en la posición 6, aunque, quizás, no tomaron en cuenta el fenómeno de las juanitas; en posiciones ministeriales el país se va hasta la posición 73.

El problema es global y no está tan vinculado con el nivel de desarrollo económico, países como Japón o Corea del Sur se encuentran peor calificados que México. Entre las naciones  consideradas con un rango de ingreso per cápita de entre cuatro mil 125 dólares a 12 mil 735 dólares, nuestro país se ubica en la posición 16.

MÁS ALLÁ DE LOS DATOS

En las empresas la manifestación más contundente en la brecha de género es la diferencia en los salarios entre hombre y mujeres. La doctora en Economía de la Universidad de Harvard Claudia Goldin, quien se ha especializado en el tema, menciona que en Estados Unidos se ha dado una reducción en la brecha de salarios, las mujeres que están en la edad de los veintitantos ganan 92 por ciento de lo que reciben comparativamente los hombres, o sea por cada dólar que se le paga al hombre una mujer recibe 92 centavos, sin embargo, las mujeres de 50 y más ganan 71 centavos por cada dólar de los hombres. La académica realizó un análisis de varias ocupaciones en la Unión Americana evaluando el pago por hora en función de la autonomía en la tarea, requerimientos de trabajo en equipo y flexibilidad de horarios. Lo que encontró es que a mayor flexibilidad de horario menor compensación por hora, aunque se cumplan con los resultados deseados. Posteriormente, en un estudio longitudinal retrospectivo entre estudiantes de MBA, maestría en negocios, las mujeres MBA que tuvieron hijos se movieron a trabajos de menor paga o de plano dejaron de trabajar para tener más flexibilidad de horario. En la maestrías vinculadas a derecho ocurre lo mismo que con los MBA’s mientras que en otras ocupaciones, como en el sector de las farmacias, no se penaliza la flexibilidad ni el número de horas trabajadas y la diferencia en ingresos entre hombres y mujeres es menor. Esa resulta de las ocupaciones más redituables en Estados Unidos. La conclusión de Claudia Goldin es que para reducir la brecha salarial en el mundo empresarial es necesario no sólo tener esquemas de flexibilidad laboral, sino que no se penalice con menor paga. En México, aunque el pago no es por hora, el hallazgo puede ser traspolado. El gran reto que tiene la empresa de hoy es transformarse con el objetivo de adaptarse a la naturaleza de su capital humano y sacar el máximo potencial de su talento mediante un pago equivalente que no penalice la maternidad, por ejemplo. El asunto requiere de mucha creatividad y flexibilidad, mientras tanto empresas como Multisistemas, que se comportan como a mediados del siglo XX, tienen una gran desventaja comparativa al prescindir de más de la mitad del talento disponible excluyendo por género, edad y universidad.

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