Más pronto cae un hablador...

Durante los últimos años, la calidad del análisis de la realidad ha dejado muchísimo que desear: lo mismo el enamoramiento que tienen algunos por las encuestas o creer que las redes sociales marcan el pulso mayoritario de la sociedad, hasta confundir creencias personales o las corrientes mayoritarias de opinión como si fuera la realidad.

Los ejemplos son muchísimos. Había quienes daban por un hecho que Gran Bretaña se mantendría en la Unión Europea porque así lo decían las encuestas de redes sociales. Al final, la decisión fue tomada por grandes grupos de votantes mayores a 45 años y poco afectos a estar conectados.

La corriente de lo políticamente correcto aseguraba que de ningún modo podría ganar Donald Trump puesto que él no representa la imagen (las más de las veces hipócrita) de lo que es la sociedad en torno a temas como la migración, empleo o cómo se procesan las diferencias. Gran parte del éxito electoral de este hombre se concentró en los votantes de más de 45 años, quienes no creen en los cuentos hípsters y desean regresar al Estados Unidos poderoso que a ellos no les tocó vivir.

TRUMPOCALIPSIS

Los análisis del impacto de esta elección fueron, por decir lo menos, tan histéricos como equivocados. ¿Dónde están aquellos que aseguraban que el tipo de cambio tocaría 25 pesos por dólar? Hay quienes simplemente tratan de que se olviden sus pronósticos de tragedia hablando de que el peligro está latente y que los hechos no son para tanto, puesto que algo dentro de ellos les impide reconocer que se equivocaron.

Sin embargo, no son pocos los que recuerdan que se trata de los mismos que aseguraban que la inflación estaría fuera de control. A pesar de la primera fase de la liberación del precio de las gasolinas, el crecimiento generalizado y sostenido de los precios se ubica en 4.7% y seguirá tendiendo a disminuir el resto del año. No es difícil que termine en rangos inferiores a 4.4 por ciento.

Había quienes aseguraban que la llegada de Trump a la Presidencia de Estados Unidos implicaría, en suma, una catástrofe para la economía mexicana, puesto que habría una grave retracción de inversiones. Pronosticaban, otra vez equivocadamente, que se daría una desbandada de la inversión extranjera en México. Si se analizan los datos, resulta que el ritmo de inversión extranjera en el primer bimestre del año se mantiene en los parámetros del último lustro.

Ahí están las inversiones anunciadas tanto por BBVA Bancomer como por Delta en el país, las cuales superan por mucho las decisiones de algunas compañías de no construir plantas en el país sin que eso significara irse de la nación.

Aseguraban, profundamente errados, que habría una caída en el empleo. Los datos duros del Instituto Mexicano del Seguro Social establecen que no únicamente sigue creciendo el empleo, sino que los niveles salariales están mejorando de forma sólida.

TLCAN

Sería bueno preguntarse también ¿dónde están aquellos quienes aseguraban una catástrofe por la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte? No fueron pocos los que construyeron historias apocalípticas sobre la eventual salida de Estados Unidos del acuerdo comercial y el impacto en México. Esos que, histéricos, aullaban sobre la incertidumbre y el Armagedón que generaría en el país.

Sí, esos mismos que descalificaban a quienes, como yo, asegurábamos que la realidad tendría que verse en perspectiva y que lo mejor era hacer análisis sensatos en los cuales se tenía que reconocer, de entrada, la buena posición del gobierno mexicano para sentar las bases correctas de la negociación.

El exceso de epítetos y el miedo irracional propiciaron que el análisis sobre la renegociación del TLCAN se hiciera bajo una óptica absurda. Se aseguró, por ejemplo, que Trump está en contra del libre comercio cuando, en realidad, está haciendo algo que resulta totalmente justo: Estados Unidos considera que el acuerdo no es suficientemente favorable para ellos y que, de mantenerse en el nivel que está, no les conviene.

Decían que al nuevo gobierno de Estados Unidos no le gusta el libre comercio, algo que es total y absolutamente falso puesto que hablan de un acuerdo que les convenga.

Por su parte, la posición de México también es justa. Revisar el acuerdo de una manera que México obtenga beneficios y, pues si no, levantarse de la mesa.

Había quienes aseguraban, por ejemplo, que este año estaría marcado por la revisión del acuerdo comercial. Ahora tendrán que pensar cuál será su nueva preocupación, puesto que la negociación del acuerdo comenzará, según el secretario de Comercio Wilbur Ross, hasta finales del año.

PELIGRO LATENTE

Sobre advertencia no hay engaño. Es muy posible que este día los magistrados Gonzalo Hernández y Ana María Serrano Oseguera cometan una de las más graves trapacerías en la historia del Poder Judicial al resolver un asunto que data de 1949 en el Noveno Tribunal Colegiado en Materia Civil del Primer Circuito.

La intención de estos magistrados sería ignorar por lo menos dos resoluciones para hacer una sentencia a modo. Lo que el Consejo de la Judicatura debe hacer es vigilar que la sentencia sea apegada a derecho. No más, pero no menos.